1 Crónicas 13 - 17
En resumen:
El cronista hace resaltar dos eventos clave en la historia de Judá: el establecimiento de Jerusalén como el centro del culto a Jehová y el pacto de Jehová con David y su descendencia.
El cronista hace resaltar dos eventos clave en la historia de Judá: el establecimiento de Jerusalén como el centro del culto a Jehová y el pacto de Jehová con David y su descendencia.
En más detalle:
Si podemos evaluar la importancia de un tema bíblico por el espacio que dedica la Biblia a explicarlo, entonces según el cronista, el transporte del arca del pacto a Jerusalén fue uno de los eventos más importantes de todo el reinado de David.
Este evento que ocupó un capítulo en 2 Samuel (capítulo 6) aquí en 1 Crónicas merece la atención de tres capítulos. De nuevo vemos el deseo del cronista de presentar la visión del Israel unido en sumisión a la casa real de David, la casa real que promociona una devoción de todo corazón a Jehová Dios.
Note este énfasis diferente desde los primeros versículos de la lectura para hoy. Mientras 2 Samuel nos dijo de los planes de David sólo por decir: David volvió a reunir a todos los escogidos de Israel, treinta mil. Y se levantó David y partió de Baala de Judá con todo el pueblo que tenía consigo, para hacer pasar de allí el arca de Dios (2 Samuel 6:1, 2), el cronista entra en más detalle para que los exiliados aprecien la cooperación de todo Israel en el proyecto e imitara su unidad: Entonces David tomó consejo con los capitanes de millares y de centenas, y con todos los jefes. Y dijo David a toda la asamblea de Israel: Si os parece bien y si es la voluntad de Jehová nuestro Dios, enviaremos a todas partes por nuestros hermanos que han quedado en todas las tierras de Israel, y por los sacerdotes y levitas que están con ellos en sus ciudades y ejidos, para que se reúnan con nosotros; y traigamos el arca de nuestro Dios a nosotros, porque desde el tiempo de Saúl no hemos hecho caso de ella. Y dijo toda la asamblea que se hiciese así, porque la cosa parecía bien a todo el pueblo (1 Crónicas 13:1-4). Note que el consejo entre todos los principales, el deseo de someterse a la voluntad de Jehová, el reconocimiento de la negligencia en la atención al arca, la inclusión más detallada de todo Israel y la ratificación por la asamblea son temas importantes que no aparecen en el relato de 2 Samuel. Igual como Moisés subrayó nuevos detalles en su recopilación de la historia de Israel para dirigir al pueblo a la obediencia (como vimos en nuestra explicación de Deuteronomio 4:12), el cronista incluye detalles que no aparecieron antes. Desea que sus lectores y oyentes entendieran la historia en una nueva luz y aplicaran lecciones no percibidas antes. Lo que se presentó rápidamente en 2 Samuel como una decisión real con el apoyo general de Israel ahora incluye elementos de la determinación de seguir a Jehová, el arrepentimiento por la negligencia y la unidad completa e intencional que se dedica a honrarlo. Así es cómo el cronista presenta el ejemplo de los antepasados a los exiliados replantados en la tierra prometida para que también disfruten la bendición del mismo Dios a quien adoraron sus padres.
Note también la colocación diferente de los eventos en la lectura para hoy. La narrativa de 2 Samuel 5 se trata de las bendiciones de David – la victoria sobre los jebuseos, la embajada de Hiram, el crecimiento de la familia de David y sus victorias sobre los filisteos. Luego se trata del arca en 2 Samuel 6 y el pacto con Jehová en 2 Samuel 7, dando la impresión de bendiciones en crecimiento, de lo físico a lo espiritual, de bendiciones en un momento histórico a bendiciones que tocan a generaciones y aun a la eternidad. El cronista cambia el lugar de estas bendiciones y las coloca después de la primera tentativa de transportar el arca, después de la tragedia de Uza. Así las bendiciones de la embajada, de los hijos de David y de las victorias sobre los filisteos ahora en 1 Crónicas 14 parecen confirmar la bendición de Jehová de transportar el arca aunque falló la primera vez. Mientras 2 Samuel 6:12 enfatiza la bendición a la casa de Obed-edom como luz verde para intentar a transportar el arca otra vez, la colocación de las bendiciones davídicas en 1 Crónicas 14 sugiere bendiciones más amplias, aun nacionales, para motivarles a continuar el proyecto. Tal vez es una lección sutil del cronista a sus lectores que después de ponerse de acuerdo a glorificar a Jehová, si encuentran obstáculos, que sigan adelante sabiendo que Jehová bendecirá abundantemente sus planes a nivel nacional.
Note también que cuando vuelven a transportar el arca en 1 Crónicas 15, David subraya una lección que no se expresa en 2 Samuel: El arca de Dios no debe ser llevada sino por los levitas; porque a ellos ha elegido Jehová para que lleven el arca de Jehová, y le sirven perpetuamente (1 Crónicas 15:2). Acuérdese que uno de los temas principales de 1 y 2 Crónicas es el puesto privilegiado de los levitas en el culto a Jehová, y por eso lo que se dejó por entendido en 2 Samuel 6 ahora se declara explícitamente para animar a los oyentes que volvieron del exilio a la obediencia.
Por eso, como estamos familiarizados con los eventos en la lectura de hoy por haber leído 2 Samuel, podemos apreciar la ampliación de detalles y la colocación de eventos como estrategias del cronista para comunicar una nueva agenda por los exiliados, que se dediquen al ejemplo de sus antepasados para obedecer la ley y perseverar en su devoción a Jehová. Aun hoy nos hablan estos capítulos de la centralidad de la adoración a Jehová, una adoración ordenada, apasionada, unida y con la participación de todos, una adoración en agradecimiento por el nuevo pacto que tenemos por el Ungido por excelencia, Jesucristo.
Si podemos evaluar la importancia de un tema bíblico por el espacio que dedica la Biblia a explicarlo, entonces según el cronista, el transporte del arca del pacto a Jerusalén fue uno de los eventos más importantes de todo el reinado de David.
Este evento que ocupó un capítulo en 2 Samuel (capítulo 6) aquí en 1 Crónicas merece la atención de tres capítulos. De nuevo vemos el deseo del cronista de presentar la visión del Israel unido en sumisión a la casa real de David, la casa real que promociona una devoción de todo corazón a Jehová Dios.
Note este énfasis diferente desde los primeros versículos de la lectura para hoy. Mientras 2 Samuel nos dijo de los planes de David sólo por decir: David volvió a reunir a todos los escogidos de Israel, treinta mil. Y se levantó David y partió de Baala de Judá con todo el pueblo que tenía consigo, para hacer pasar de allí el arca de Dios (2 Samuel 6:1, 2), el cronista entra en más detalle para que los exiliados aprecien la cooperación de todo Israel en el proyecto e imitara su unidad: Entonces David tomó consejo con los capitanes de millares y de centenas, y con todos los jefes. Y dijo David a toda la asamblea de Israel: Si os parece bien y si es la voluntad de Jehová nuestro Dios, enviaremos a todas partes por nuestros hermanos que han quedado en todas las tierras de Israel, y por los sacerdotes y levitas que están con ellos en sus ciudades y ejidos, para que se reúnan con nosotros; y traigamos el arca de nuestro Dios a nosotros, porque desde el tiempo de Saúl no hemos hecho caso de ella. Y dijo toda la asamblea que se hiciese así, porque la cosa parecía bien a todo el pueblo (1 Crónicas 13:1-4). Note que el consejo entre todos los principales, el deseo de someterse a la voluntad de Jehová, el reconocimiento de la negligencia en la atención al arca, la inclusión más detallada de todo Israel y la ratificación por la asamblea son temas importantes que no aparecen en el relato de 2 Samuel. Igual como Moisés subrayó nuevos detalles en su recopilación de la historia de Israel para dirigir al pueblo a la obediencia (como vimos en nuestra explicación de Deuteronomio 4:12), el cronista incluye detalles que no aparecieron antes. Desea que sus lectores y oyentes entendieran la historia en una nueva luz y aplicaran lecciones no percibidas antes. Lo que se presentó rápidamente en 2 Samuel como una decisión real con el apoyo general de Israel ahora incluye elementos de la determinación de seguir a Jehová, el arrepentimiento por la negligencia y la unidad completa e intencional que se dedica a honrarlo. Así es cómo el cronista presenta el ejemplo de los antepasados a los exiliados replantados en la tierra prometida para que también disfruten la bendición del mismo Dios a quien adoraron sus padres.
Note también la colocación diferente de los eventos en la lectura para hoy. La narrativa de 2 Samuel 5 se trata de las bendiciones de David – la victoria sobre los jebuseos, la embajada de Hiram, el crecimiento de la familia de David y sus victorias sobre los filisteos. Luego se trata del arca en 2 Samuel 6 y el pacto con Jehová en 2 Samuel 7, dando la impresión de bendiciones en crecimiento, de lo físico a lo espiritual, de bendiciones en un momento histórico a bendiciones que tocan a generaciones y aun a la eternidad. El cronista cambia el lugar de estas bendiciones y las coloca después de la primera tentativa de transportar el arca, después de la tragedia de Uza. Así las bendiciones de la embajada, de los hijos de David y de las victorias sobre los filisteos ahora en 1 Crónicas 14 parecen confirmar la bendición de Jehová de transportar el arca aunque falló la primera vez. Mientras 2 Samuel 6:12 enfatiza la bendición a la casa de Obed-edom como luz verde para intentar a transportar el arca otra vez, la colocación de las bendiciones davídicas en 1 Crónicas 14 sugiere bendiciones más amplias, aun nacionales, para motivarles a continuar el proyecto. Tal vez es una lección sutil del cronista a sus lectores que después de ponerse de acuerdo a glorificar a Jehová, si encuentran obstáculos, que sigan adelante sabiendo que Jehová bendecirá abundantemente sus planes a nivel nacional.
Note también que cuando vuelven a transportar el arca en 1 Crónicas 15, David subraya una lección que no se expresa en 2 Samuel: El arca de Dios no debe ser llevada sino por los levitas; porque a ellos ha elegido Jehová para que lleven el arca de Jehová, y le sirven perpetuamente (1 Crónicas 15:2). Acuérdese que uno de los temas principales de 1 y 2 Crónicas es el puesto privilegiado de los levitas en el culto a Jehová, y por eso lo que se dejó por entendido en 2 Samuel 6 ahora se declara explícitamente para animar a los oyentes que volvieron del exilio a la obediencia.
Por eso, como estamos familiarizados con los eventos en la lectura de hoy por haber leído 2 Samuel, podemos apreciar la ampliación de detalles y la colocación de eventos como estrategias del cronista para comunicar una nueva agenda por los exiliados, que se dediquen al ejemplo de sus antepasados para obedecer la ley y perseverar en su devoción a Jehová. Aun hoy nos hablan estos capítulos de la centralidad de la adoración a Jehová, una adoración ordenada, apasionada, unida y con la participación de todos, una adoración en agradecimiento por el nuevo pacto que tenemos por el Ungido por excelencia, Jesucristo.
Citas de otros autores:
La alabanza de David por las bendiciones de Dios manifestó mucha humildad (17:16-22). Empezó su oración con la pregunta retórica: ¿Quién soy yo? (17:16). Estas palabras aparecen de nuevo en la oración de David más tarde (véase 29:14) y la carta de Salomón a “Hiram” (véase 2 Crónicas 2:6). Indican el reconocimiento de que no merecía la benevolencia que estaba recibiendo. Como resultado, las primeras palabras de David fijaron el tono de su oración entera. Estaba aterrado al recibir tan grandes bendiciones de Dios.
Los lectores en nuestra época frecuentemente tenemos dificultad en concebir la extensión de la humildad de David porque sabemos muy poco de las implicaciones culturales de su oración. La propaganda real del Medio Oriente antiguo frecuentemente se enfocó en la construcción de un templo como evidencia del éxito de un rey. Por esta razón, la prohibición a David de construir un templo podía ser un motivo de mucha vergüenza. De todas maneras, David se sometió a la voluntad de Dios.
(De Richard Pratt, 1 and 2 Chronicles: A Mentor Commentary. Ross-shire, Great Britain, Christian Focus Publications, 2006, pág. 211).
La alabanza de David por las bendiciones de Dios manifestó mucha humildad (17:16-22). Empezó su oración con la pregunta retórica: ¿Quién soy yo? (17:16). Estas palabras aparecen de nuevo en la oración de David más tarde (véase 29:14) y la carta de Salomón a “Hiram” (véase 2 Crónicas 2:6). Indican el reconocimiento de que no merecía la benevolencia que estaba recibiendo. Como resultado, las primeras palabras de David fijaron el tono de su oración entera. Estaba aterrado al recibir tan grandes bendiciones de Dios.
Los lectores en nuestra época frecuentemente tenemos dificultad en concebir la extensión de la humildad de David porque sabemos muy poco de las implicaciones culturales de su oración. La propaganda real del Medio Oriente antiguo frecuentemente se enfocó en la construcción de un templo como evidencia del éxito de un rey. Por esta razón, la prohibición a David de construir un templo podía ser un motivo de mucha vergüenza. De todas maneras, David se sometió a la voluntad de Dios.
(De Richard Pratt, 1 and 2 Chronicles: A Mentor Commentary. Ross-shire, Great Britain, Christian Focus Publications, 2006, pág. 211).