2 Crónicas 28 - 31 y Salmo 119:49-56
En resumen:
Judá cae profundamente en el paganismo en el reinado de Acaz y sufre sus consecuencias humillantes y devastadoras. Pero por la gracia de Jehová, se levanta un avivamiento en el reinado de Ezequías que restaura al pueblo a su Dios.
Judá cae profundamente en el paganismo en el reinado de Acaz y sufre sus consecuencias humillantes y devastadoras. Pero por la gracia de Jehová, se levanta un avivamiento en el reinado de Ezequías que restaura al pueblo a su Dios.
En más detalle:
Cuando Atalía exterminó toda la descendencia real de la casa de David (menos un niño) en 2 Crónicas 22:10, ¿quién se habría imaginado que alguien le iba a superar en maldad? Pero ahora un miembro de esta descendencia, el rey mismo, ofrece a algunos de sus hijos, herederos del pacto de Jehová con David, a un dios falso: Quemó también incienso en el valle de los hijos de Hinom, e hizo pasar a sus hijos por fuego, conforme a las abominaciones de las naciones que Jehová había arrojado de la presencia de los hijos de Israel (2 Crónicas 28:3).
La idolatría de Acaz es una desenfrenada que hace burla de las partes principales del pacto. En vez de adorar a Jehová que dijo: No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen (Éxodo 20:3-4); [Acaz] hizo imágenes fundidas a los baales (2 Crónicas 28:2). En vez de confiar en el pacto de Jehová con la casa de David, ofreció a sus descendientes sagrados en sacrificio humano a un dios falso (2 Crónicas 28:3). En vez de respetar la centralidad del templo en Jerusalén para adorar y encontrar el socorro divino: Sacrificó y quemó incienso en los lugares altos, en los collados, y debajo de todo árbol frondoso (2 Crónicas 28:4).
La respuesta de Jehová a este escarnio es rápida: Por lo cual Jehová su Dios lo entregó en manos del rey de los sirios, los cuales lo derrotaron, y le tomaron gran número de prisioneros que llevaron a Damasco (2 Crónicas 28:5). Luego el rey Peka de Israel gana una victoria rotunda contra Judá en 2 Crónicas 28:6. Y en un relato sorprendente, pagano Israel presta más atención a la palabra de Jehová que el reino de Judá en 2 Crónicas 28:8-15 al devolverle los cautivos de la guerra.
Pero Acaz no reconoce la mano de Jehová en esta salvación sino que busca el apoyo de los asirios (2 Crónicas 28:16). Entran los ejércitos edomitas y filisteos, y no hay duda por qué: Jehová había humillado a Judá por causa de Acaz rey de Israel, por cuanto él había actuado desenfrenadamente en Judá, y había prevaricado gravemente contra Jehová (2 Crónicas 28:19). Continúa Acaz en su ceguera, buscando entre los dioses paganos la ayuda que desesperadamente necesita (2 Crónicas 28:23).
Al morir Acaz y subir Ezequías al trono, se inicia el avivamiento que tanto necesita Judá. Como el sacerdote Joiada despertó el avivamiento al apoyar al último descendiente real en 2 Crónicas 23, Ezequías despierta la renovación por apoyar a la casa de Leví en capítulo 29: Hizo venir a los sacerdotes y levitas, y los reunió en la plaza oriental. Y les dijo: ¡Oídme, levitas! Santificaos ahora, y santificad la casa de Jehová el Dios de vuestros padres, y sacad del santuario la inmundicia (2 Crónicas 29:4-5). Su llamado al arrepentimiento incluye la confesión de pecados (2 Crónicas 29:6-7), el reconocimiento del castigo justo de Jehová (2 Crónicas 29:8-9), la declaración decisiva de una renovación del pacto (2 Crónicas 29:10) y una invitación a los demás que participen (2 Crónicas 29:11). Veremos la repetición de estos temas en otros llamados al arrepentimiento en Esdras, Nehemías y los libros de los profetas.
La atención de Ezequías a la adoración en el templo es parecida en importancia y en devoción a la petición de Salomón por la sabiduría al principio del reinado suyo (Pratt, Richard L., Jr., 1 and 2 Chronicles: A Mentor Commentary. 2006: Ross-shire, Great Britain, Christian Focus Publications, pág. 588). Y la fuerza de su impacto es parecida – dirige a todo el pueblo en devoción a Jehová. Lo que el autor de 2 Reyes describió en un solo versículo (2 Reyes 18:4) y de forma muy general en unos pocos más (2 Reyes 18:5-6), el cronista enfatiza por describir en tres capítulos largos y detallados – la limpieza del templo y su consagración (2 Crónicas 29:12-19), el restablecimiento del culto (2 Crónicas 29:20-36), la celebración de la Pascua con todo Israel (2 Crónicas 30), y el restablecimiento de las ofrendas por el culto y el apoyo de los levitas en su ministerio en Judá (1 Crónicas 31). Note que estos relatos son marcados con la bendición de Jehová sobre estos proyectos: Y se alegró Ezequías con todo el pueblo, de que Dios hubiese preparado el pueblo; porque la cosa fue hecha rápidamente (2 Crónicas 29:36). En Judá también estuvo la mano de Dios para darles un solo corazón para cumplir el mensaje del rey y de los príncipes, conforme a la palabra de Jehová (2 Crónicas 30:12). Después los sacerdotes y levitas, puestos en pie, bendijeron al pueblo; y la voz de ellos fue oída, y su oración llegó a la habitación de su santuario, al cielo (2 Crónicas 30:27). En todo cuanto emprendió [Ezequías] en el servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la ley y los mandamientos, buscó a su Dios, lo hizo de corazón, y fue prosperado (2 Crónicas 31:21). Por eso todo la lectura para hoy es un ejemplo de la fidelidad que el cronista señala para la imitación de sus lectores: Hubo entonces gran regocijo en Jerusalén; porque desde los días de Salomón hijo de David rey de Israel, no había habido cosa semejante en Jerusalén (2 Crónicas 30:26).
Entre los detalles en los capítulos sobre Ezequías, note el llamado al arrepentimiento predicado a las tribus del norte (2 Crónicas 30:5-9). Aunque no describe en detalle los eventos mismos del exilio de Israel, sobresale su llamado al arrepentimiento por el desastre. Note su inclusión de todo Israel al llamado (2 Crónicas 30:5), su énfasis en la devoción a Jehová tal como está descrita en la ley (2 Crónicas 30:5), el llamado al arrepentimiento (2 Crónicas 30:6), el rechazo del ejemplo pagano de sus padres (2 Crónicas 30:7-8) y la esperanza que le ofrece el Dios clemente y misericordioso (2 Crónicas 30:9).
Por eso, el cronista hace destacar el avivamiento de Ezequías como uno de los momentos más gloriosos de la historia de Judá antes del exilio. Su llamado al arrepentimiento resuena en los levitas, en el pueblo de Judá y en todo Israel. Empoderado por Jehová, dirige la atención y la adoración del pueblo a su Dios otra vez. Y es la intención del cronista que resuene por las generaciones también.
Cuando Atalía exterminó toda la descendencia real de la casa de David (menos un niño) en 2 Crónicas 22:10, ¿quién se habría imaginado que alguien le iba a superar en maldad? Pero ahora un miembro de esta descendencia, el rey mismo, ofrece a algunos de sus hijos, herederos del pacto de Jehová con David, a un dios falso: Quemó también incienso en el valle de los hijos de Hinom, e hizo pasar a sus hijos por fuego, conforme a las abominaciones de las naciones que Jehová había arrojado de la presencia de los hijos de Israel (2 Crónicas 28:3).
La idolatría de Acaz es una desenfrenada que hace burla de las partes principales del pacto. En vez de adorar a Jehová que dijo: No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen (Éxodo 20:3-4); [Acaz] hizo imágenes fundidas a los baales (2 Crónicas 28:2). En vez de confiar en el pacto de Jehová con la casa de David, ofreció a sus descendientes sagrados en sacrificio humano a un dios falso (2 Crónicas 28:3). En vez de respetar la centralidad del templo en Jerusalén para adorar y encontrar el socorro divino: Sacrificó y quemó incienso en los lugares altos, en los collados, y debajo de todo árbol frondoso (2 Crónicas 28:4).
La respuesta de Jehová a este escarnio es rápida: Por lo cual Jehová su Dios lo entregó en manos del rey de los sirios, los cuales lo derrotaron, y le tomaron gran número de prisioneros que llevaron a Damasco (2 Crónicas 28:5). Luego el rey Peka de Israel gana una victoria rotunda contra Judá en 2 Crónicas 28:6. Y en un relato sorprendente, pagano Israel presta más atención a la palabra de Jehová que el reino de Judá en 2 Crónicas 28:8-15 al devolverle los cautivos de la guerra.
Pero Acaz no reconoce la mano de Jehová en esta salvación sino que busca el apoyo de los asirios (2 Crónicas 28:16). Entran los ejércitos edomitas y filisteos, y no hay duda por qué: Jehová había humillado a Judá por causa de Acaz rey de Israel, por cuanto él había actuado desenfrenadamente en Judá, y había prevaricado gravemente contra Jehová (2 Crónicas 28:19). Continúa Acaz en su ceguera, buscando entre los dioses paganos la ayuda que desesperadamente necesita (2 Crónicas 28:23).
Al morir Acaz y subir Ezequías al trono, se inicia el avivamiento que tanto necesita Judá. Como el sacerdote Joiada despertó el avivamiento al apoyar al último descendiente real en 2 Crónicas 23, Ezequías despierta la renovación por apoyar a la casa de Leví en capítulo 29: Hizo venir a los sacerdotes y levitas, y los reunió en la plaza oriental. Y les dijo: ¡Oídme, levitas! Santificaos ahora, y santificad la casa de Jehová el Dios de vuestros padres, y sacad del santuario la inmundicia (2 Crónicas 29:4-5). Su llamado al arrepentimiento incluye la confesión de pecados (2 Crónicas 29:6-7), el reconocimiento del castigo justo de Jehová (2 Crónicas 29:8-9), la declaración decisiva de una renovación del pacto (2 Crónicas 29:10) y una invitación a los demás que participen (2 Crónicas 29:11). Veremos la repetición de estos temas en otros llamados al arrepentimiento en Esdras, Nehemías y los libros de los profetas.
La atención de Ezequías a la adoración en el templo es parecida en importancia y en devoción a la petición de Salomón por la sabiduría al principio del reinado suyo (Pratt, Richard L., Jr., 1 and 2 Chronicles: A Mentor Commentary. 2006: Ross-shire, Great Britain, Christian Focus Publications, pág. 588). Y la fuerza de su impacto es parecida – dirige a todo el pueblo en devoción a Jehová. Lo que el autor de 2 Reyes describió en un solo versículo (2 Reyes 18:4) y de forma muy general en unos pocos más (2 Reyes 18:5-6), el cronista enfatiza por describir en tres capítulos largos y detallados – la limpieza del templo y su consagración (2 Crónicas 29:12-19), el restablecimiento del culto (2 Crónicas 29:20-36), la celebración de la Pascua con todo Israel (2 Crónicas 30), y el restablecimiento de las ofrendas por el culto y el apoyo de los levitas en su ministerio en Judá (1 Crónicas 31). Note que estos relatos son marcados con la bendición de Jehová sobre estos proyectos: Y se alegró Ezequías con todo el pueblo, de que Dios hubiese preparado el pueblo; porque la cosa fue hecha rápidamente (2 Crónicas 29:36). En Judá también estuvo la mano de Dios para darles un solo corazón para cumplir el mensaje del rey y de los príncipes, conforme a la palabra de Jehová (2 Crónicas 30:12). Después los sacerdotes y levitas, puestos en pie, bendijeron al pueblo; y la voz de ellos fue oída, y su oración llegó a la habitación de su santuario, al cielo (2 Crónicas 30:27). En todo cuanto emprendió [Ezequías] en el servicio de la casa de Dios, de acuerdo con la ley y los mandamientos, buscó a su Dios, lo hizo de corazón, y fue prosperado (2 Crónicas 31:21). Por eso todo la lectura para hoy es un ejemplo de la fidelidad que el cronista señala para la imitación de sus lectores: Hubo entonces gran regocijo en Jerusalén; porque desde los días de Salomón hijo de David rey de Israel, no había habido cosa semejante en Jerusalén (2 Crónicas 30:26).
Entre los detalles en los capítulos sobre Ezequías, note el llamado al arrepentimiento predicado a las tribus del norte (2 Crónicas 30:5-9). Aunque no describe en detalle los eventos mismos del exilio de Israel, sobresale su llamado al arrepentimiento por el desastre. Note su inclusión de todo Israel al llamado (2 Crónicas 30:5), su énfasis en la devoción a Jehová tal como está descrita en la ley (2 Crónicas 30:5), el llamado al arrepentimiento (2 Crónicas 30:6), el rechazo del ejemplo pagano de sus padres (2 Crónicas 30:7-8) y la esperanza que le ofrece el Dios clemente y misericordioso (2 Crónicas 30:9).
Por eso, el cronista hace destacar el avivamiento de Ezequías como uno de los momentos más gloriosos de la historia de Judá antes del exilio. Su llamado al arrepentimiento resuena en los levitas, en el pueblo de Judá y en todo Israel. Empoderado por Jehová, dirige la atención y la adoración del pueblo a su Dios otra vez. Y es la intención del cronista que resuene por las generaciones también.