Primero, vamos a identificar los versículos principales a que hacemos referencia cuando hablamos del pacto. Recomiendo que se familiarice con estos pasajes; van a haber muchas referencias a ellos por toda la Biblia:
a) Empezamos en Génesis 12 cuando Jehová le dice a Abraham: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra (Génesis 12:1-3). Se confirma cuando Abraham cambia de la ciudad de Harán a la tierra de Canaán: A tu descendencia daré esta tierra (Génesis 12:7).
b) Se confirma otra vez cuando Abraham vuelve de Egipto a Canaán: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada. Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré (Génesis 13:14-17).
c) Se declara otra vez cuando vino la palabra de Jehová a Abram en visión: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande (Génesis 15:1). Cuando Abram le expresa su inquietud de no tener ningún descendiente, ningún heredero sino un esclavo nacido en su casa, Jehová responde: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia (Génesis 15:4-5). Abraham responde por fe: Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia (Génesis 15:6). Luego se confirma por la ceremonia descrita en Génesis 15:7-21.
d) Se presenta en aún más detalle en todo Génesis 17 (recomiendo que vuelva a leer el capítulo; prefiero no copiarlo todo aquí.)
Segundo, basándonos en estos versículos, vamos a definir un pacto. En lo más básico, es el reconocimiento de una relación, hecha formal y permanente, entre dos personas. Identifica a las personas que participan en la relación y describe sus beneficios y expectativas. La hace notable por una ceremonia que confirma su prioridad y asegura el cumplimiento de estos beneficios y expectativas en el futuro.
Tercero, con base en esta definición general, vamos a expandirla por notar algunas observaciones importantes sobre este pacto específico, el de Jehová con Abraham.
a) Identifica a los participantes. Es de Jehová con Abraham, Sara y su descendencia. Note que no es una relación entre iguales (como un contrato, un convenio o un acuerdo); Jehová es el que inicia y pone todos los parámetros del pacto. Jehová claramente es Dios, y Abraham, Sara y su descendencia, sus súbditos. Jehová cambia los nombres de Abram y Sarai pero, ¡ellos no pueden cambiar el nombre de Jehová!
b) Describe los beneficios. Les regala toda la tierra de Canaán (Génesis 12:7; 13:14-15, 17; 15:7, 18-21; 17:8). Le promete una descendencia innumerable (Génesis 12:2; 13:16; 15:4-5; 17:5-6, 16). Los va a proteger y bendecir (Génesis 12:3; 15:1). Será el Dios de ellos y ellos será su pueblo (Génesis 17:7-8). Es un pacto para siempre (Génesis 13:15; 17:7-8, 13, 19), y las bendiciones del pacto se extenderán por medio de Abraham y su descendencia a todas las naciones (Génesis 12:3).
c) Indica las expectativas. Abraham y sus descendientes van a responder a Jehová en obediencia y devoción (Génesis 17:1, 7-8). Van a practicar la circuncisión en todos los varones a los ocho días de nacido (Génesis 17:10-14, 23-27).
d) Lo hacen notable ceremonias que confirman la prioridad de la relación y aseguran su cumplimiento futuro, como la ceremonia iniciada y cumplida por Jehová en Génesis 15:7-21 y por la circuncisión de Abraham y los suyos.
Cuarto, vamos a notar la expresión del pacto en la narrativa. El pacto no es un documento seco y olvidado sino la confirmación de una relación activa. ¡Uno disfruta diariamente la relación expresada en el pacto! Así experimentan Abraham y Sara en Génesis 12 – 17. En capítulo 12, Jehová le trata a Faraón y su casa, un hombre de gran poder, autoridad y fama internacional, de acuerdo con su tratamiento de Sara. Aunque es una mujer de muchos recursos menos que Faraón y mucho menos autoridad terrenal, es protegida y vindicada por Jehová por ser participante del pacto. En capítulo 13, aunque Abraham y los suyos son una pequeña minoría en comparación con los cananeos, Jehová protege a ellos y su riqueza de cualquier amenaza. Jehová le da victoria a Abraham sobre los cuatro reyes en capítulo 14, bendice a su hijo con Agar en capítulo 16 y aún llega a su tienda para almorzar en capítulo 18. En todo, hay un convivio constante entre Jehová y Abraham que se confirma por el pacto.
Mientras continuamos a leer el libro de Génesis, note las referencias al pacto… ¡y su impacto en Abraham y su descendencia también!