En más detalle: Los tres títulos de Jehová en Isaías 44:6 y la declaración de que es incomparable van a dirigir toda la lectura de hoy: Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios (Isaías 44:6).
Por eso, el pensar que se puede reducir a Jehová a una imagen de talla es ridículo (Isaías 44:9-20). Sólo Jehová puede declarar el futuro (Isaías 44:7-8); sólo Jehová formó a Israel (Isaías 44:21); sólo Jehová redime a su pueblo de sus pecados (Isaías 44:22). Es digno de la alabanza de toda la creación por su obra incomparable de gracia a su pueblo: Cantad loores, oh cielos, porque Jehová lo hizo; gritad con júbilo, profundidades de la tierra; prorrumpid, montes, en alabanza; bosque, y todo árbol que en él está; porque Jehová redimió a Jacob, y en Israel será glorificado (Isaías 44:23).
Por su gracia formó a Israel (Isaías 44:24; 45:9-11; 46:3-4), y por su gracia los sostiene desde su concepción hasta su vejez (Isaías 46:3-4). Por su gracia redimirá a su pueblo del exilio en Babilonia por su siervo Ciro (Isaías 44:28 – 45:13), y por su gracia Jerusalén y las ciudades de Judá serán reedificadas (Isaías 44:26; 45:13). Por su gracia su salvación será eterna y llamará la atención de las naciones a abandonar su idolatría para adorar al Dios de Israel (Isaías 45:14-17). Por eso puede declarar con gozo no sólo a Israel sino a todas las naciones: Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más. Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua. Y se dirá de mí: Ciertamente en Jehová está la justicia y la fuerza; a él vendrán, y todos los que contra él se enardecen serán avergonzados (Isaías 45:22-24). Y por su gracia, todas las naciones, y primero que todo Israel, van a disfrutar esta justificación: En Jehová será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel (Isaías 45:25). Haré que se acerque mi justicia; no se alejará, y mi salvación no se detendrá. Y pondré salvación en Sion, y mi gloria en Israel (Isaías 46:13).
¡La gloria sea a Jehová por su gracia, su amor inmerecido que salva, redime,
justifica y santifica a su pueblo para que lo adore y ande en una relación viva y eterna con Él!