En más detalle: Igual como en los primeros capítulos del libro de Isaías, Jehová le acusa a Judá de los pecados que han despertado su ira justa contra ellos (Isaías 65:1-7). Confirma que a pesar de sus pecados, va a preservar a su remanente: Como
si alguno hallase mosto en un racimo, y dijese: No lo desperdicies, porque bendición hay en él; así haré yo por mis siervos, que no lo destruiré todo. Sacaré descendencia de Jacob, y de Judá heredero de mis montes; y mis escogidos poseerán por heredad la tierra, y mis siervos habitarán allá (Isaías 65:8-9). Pero a la vez que preserva a su remanente, Jehová va a juzgar a los malvados de su pueblo: Vosotros los que dejáis a Jehová, que olvidáis mi santo nombre, que ponéis mesa para la Fortuna, y suministráis libaciones para el Destino; yo también os destinaré a la espada, y todos vosotros os arrodillaréis al degolladero, por cuanto llamé, y no respondisteis; hablé, y no oísteis, sino que hicisteis lo malo delante de mis ojos, y escogisteis lo que me desagrada (Isaías 65:11-12). Los dos grupos tendrán un futuro completamente distinto por el juicio de Jehová (Isaías 65:13-16).
Después del día de juicio, el remanente redimido no tendrá temor de volver a sus pecados anteriores: Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento (Isaías 65:17). En cambio, va a disfrutar un gozo permanente por vivir bajo el dominio justo de Jehová sin ninguna interrupción ni estorbo por el pecado (Isaías 65:18-25).
Jehová es incomparable y domina sobre todo el universo (Isaías 66:1); por eso le urge a su pueblo que deje la soberbia y tiemble a su palabra (Isaías 66:2). Les toca escoger entre el camino de idolatría, hipocresía, soberbia e injusticia que termina en vergüenza y condenación o el camino de dependencia en Jehová que trae amor y gozo (Isaías 66:3-14). El juicio está por venir (Isaías 66:15-18), y la redención en toda la tierra también (Isaías 66:19-22). ¿Cuál camino escogeremos? Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová. Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre (Isaías 66:23-24).