Uno de los temas principales de este discurso es: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros (Juan 13:34). Se lo enseña por ejemplo (Juan 13:4-17; 15:13) y por enseñanza directa (Juan 13:34-35; 14:21-25; 15:9-17).
Otro tema es la unión entre Jesús, sus discípulos y su Padre (Juan 13:20, 31-32; 14:6-14, 19-25; 15:1-10; 16:27-30). Va a ser muy importante esta lección especialmente cuando no ven a Jesús directamente.
Se va a efectuar esta relación por medio del Consolador, el Espíritu Santo (Juan 14:16-18, 26; 15:26-27; 16:7-15). ¡Su relación con él va a ser de tanta bendición que Jesús les dice: Os conviene que yo me vaya (Juan 16:7)! Ausente físicamente de sus discípulos, va a poder enviarles el Espíritu Santo para que more en ellos.
También les prepara por las tribulaciones y las persecuciones que les esperan (13:38; 14:27-31; 15:18-25; 16:1-4, 16-24, 31-33). Termina por su declaración famosa que será evidente en su resurrección y luego en su segunda venida: En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo (Juan 16:33).
En resumen, los temas más importantes que Jesús desea comunicar a sus discípulos en estos capítulos antes de su crucifixión son:
1. Que pongan en práctica el amor entre ellos;
2. Que reconozcan y vivan en unión con Jesús y su Padre por guardar su palabra;
3. Que conozcan al Espíritu Santo que va a morar en ellos para efectuar esta unión;
4. Que se preparen por las tribulaciones que vienen.
Note también cómo el apóstol Juan enseña estos temas. No los explica en una serie, explicándolos uno por uno completa y sistemáticamente. No empieza: “Número 1…” para explicarlo completamente antes de seguir con punto número 2. Enseña de ellos en rotación. Generalmente en estos capítulos, presenta la enseñanza sobre el amor, luego enseña sobre la unión, luego sobre el Consolador, luego sobre las tribulaciones… y vuelve al tema del amor para enseñar algo más, para luego volver a la unión, y otra vez al Consolador y de nuevo a las tribulaciones… para volver otra vez al amor para profundizar un poco más, de nuevo a la unión, luego al Espíritu y también a las tribulaciones, etc. Esta forma de enseñar los temas por rotación nos puede dejar desubicados si estamos acostumbrados a la exposición formal y sistemática de los temas como nos enseñan en la educación formal del Occidente. Juan simplemente tiene otra forma de organizar sus temas. El reconocer esta organización va a ser muy importante para entender no sólo su evangelio sino sus cartas y el libro de Apocalipsis también.
Que andemos hoy en reconocimiento del amor por los otros, en unión con Jesús y el Padre por medio del Espíritu y en paz y victoriosos en medio de las tribulaciones.