Éxodo 40 y Salmo 46
En resumen:
Ahora llegamos al punto culminante de todo el libro de Éxodo: la Presencia de Jehová llega a morar con su pueblo escogido.
Ahora llegamos al punto culminante de todo el libro de Éxodo: la Presencia de Jehová llega a morar con su pueblo escogido.
En más detalle:
La redención de Israel de la esclavitud y el juicio de Faraón y Egipto por las plagas y el Mar Rojo fueron obras incomparables e inolvidables. Pero si fueran los temas definitivos del libro de Éxodo, habría terminado en 15:21.
La declaración de los 10 mandamientos por Jehová mismo, la ceremonia del pacto y la bajada de Moisés del Monte Sinaí con las dos tablas de piedra del testimonio son momentos decisivos en la historia de Israel. Pero si fueran los temas definitivos del libro de Éxodo, habría terminado al final del capítulo 20, o del capítulo 24 o del 34.
Pero como el tema más central y urgente del libro de Éxodo es la Presencia de Jehová y su morada en medio de los israelitas, el libro termina al final del capítulo 40.
Cuando todo está puesto, santificado y consagrado de acuerdo con las instrucciones de Jehová, Él entra a morar con ellos: Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo (Éxodo 40:34). Jehová mismo los va a pastorear en el desierto con destino a la tierra prometida a Abraham: Y cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus jornadas; pero si la nube no se alzaba, no se movían hasta el día en que ella se alzaba (Éxodo 40:36-37). Y en cualquier momento, en medio de las ansiedades, en las celebraciones, a la luz del día o a medianoche, un israelita podía salir de su tienda, mirar hacia el centro del campamento y ver la Presencia protectora, proveedora y perdonadora de su Dios: Porque la nube de Jehová estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego estaba de noche sobre él, a vista de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas (Éxodo 40:38).
La declaración de los 10 mandamientos por Jehová mismo, la ceremonia del pacto y la bajada de Moisés del Monte Sinaí con las dos tablas de piedra del testimonio son momentos decisivos en la historia de Israel. Pero si fueran los temas definitivos del libro de Éxodo, habría terminado al final del capítulo 20, o del capítulo 24 o del 34.
Pero como el tema más central y urgente del libro de Éxodo es la Presencia de Jehová y su morada en medio de los israelitas, el libro termina al final del capítulo 40.
Cuando todo está puesto, santificado y consagrado de acuerdo con las instrucciones de Jehová, Él entra a morar con ellos: Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo (Éxodo 40:34). Jehová mismo los va a pastorear en el desierto con destino a la tierra prometida a Abraham: Y cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus jornadas; pero si la nube no se alzaba, no se movían hasta el día en que ella se alzaba (Éxodo 40:36-37). Y en cualquier momento, en medio de las ansiedades, en las celebraciones, a la luz del día o a medianoche, un israelita podía salir de su tienda, mirar hacia el centro del campamento y ver la Presencia protectora, proveedora y perdonadora de su Dios: Porque la nube de Jehová estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego estaba de noche sobre él, a vista de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas (Éxodo 40:38).
Citas de otros autores:
En los primeros capítulos de Éxodo, Faraón determina los movimientos de Israel. En el último capítulo de Éxodo (versículos 36-38 en adelante), es la nube y la gloria de Dios que determinan los movimientos de Israel. En el intermedio, Israel ha cambiado de señores. Faraón controla sus vidas en los primeros capítulos de Éxodo. Jehová controla sus viajes en capítulo 40. Israel se mueve sólo cuando la nube se levanta. Si no, se queda. Como Isbell (1982: 45) observa correctamente: El tema principal por toda la narrativa [de Éxodo] no es la esclavitud versus la libertad, pero solamente la identidad y el carácter del señor a quien Israel tiene que servir.
(De Victor P. Hamilton, Exodus: An Exegetical Commentary. Grand Rapids, MI, Baker Academic, 2011, pág. xxvii)
En los primeros capítulos de Éxodo, Faraón determina los movimientos de Israel. En el último capítulo de Éxodo (versículos 36-38 en adelante), es la nube y la gloria de Dios que determinan los movimientos de Israel. En el intermedio, Israel ha cambiado de señores. Faraón controla sus vidas en los primeros capítulos de Éxodo. Jehová controla sus viajes en capítulo 40. Israel se mueve sólo cuando la nube se levanta. Si no, se queda. Como Isbell (1982: 45) observa correctamente: El tema principal por toda la narrativa [de Éxodo] no es la esclavitud versus la libertad, pero solamente la identidad y el carácter del señor a quien Israel tiene que servir.
(De Victor P. Hamilton, Exodus: An Exegetical Commentary. Grand Rapids, MI, Baker Academic, 2011, pág. xxvii)