Génesis 16 - 18:15
En resumen:
Hoy vemos en más detalle otro aspecto del dominio justo y misericordioso de Jehová, su pacto con Abraham.
Hoy vemos en más detalle otro aspecto del dominio justo y misericordioso de Jehová, su pacto con Abraham.
En más detalle:
En la lectura de ayer vimos algunos de los elementos básicos del pacto de Jehová con Abraham. Hoy lo podemos ver en más detalle.
Primero, vamos a identificar los versículos principales a que hacemos referencia cuando hablamos del pacto. Recomiendo que se familiarice con estos pasajes; van a haber muchas referencias a ellos por toda la Biblia:
a) Empezamos en Génesis 12 cuando Jehová le dice a Abraham: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra (Génesis 12:1-3). Se confirma cuando Abraham cambia de la ciudad de Harán a la tierra de Canaán: A tu descendencia daré esta tierra (Génesis 12:7).
b) Se confirma otra vez cuando Abraham vuelve de Egipto a Canaán: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada. Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré (Génesis 13:14-17).
c) Se declara otra vez cuando vino la palabra de Jehová a Abram en visión: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande (Génesis 15:1). Cuando Abram le expresa su inquietud de no tener ningún descendiente, ningún heredero sino un esclavo nacido en su casa, Jehová responde: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia (Génesis 15:4-5). Abraham responde por fe: Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia (Génesis 15:6). Luego se confirma por la ceremonia descrita en Génesis 15:7-21.
d) Se presenta en aún más detalle en todo Génesis 17 (recomiendo que vuelva a leer el capítulo; prefiero no copiarlo todo aquí.)
Segundo, basándonos en estos versículos, vamos a definir un pacto. En lo más básico, es el reconocimiento de una relación, hecha formal y permanente, entre dos personas. Identifica a las personas que participan en la relación y describe sus beneficios y expectativas. La hace notable por una ceremonia que confirma su prioridad y asegura el cumplimiento de estos beneficios y expectativas en el futuro.
Tercero, con base en esta definición general, vamos a expandirla por notar algunas observaciones importantes sobre este pacto específico, el de Jehová con Abraham.
a) Identifica a los participantes. Es de Jehová con Abraham, Sara y su descendencia. Note que no es una relación entre iguales (como un contrato, un convenio o un acuerdo); Jehová es el que inicia y pone todos los parámetros del pacto. Jehová claramente es Dios, y Abraham, Sara y su descendencia, sus súbditos. Jehová cambia los nombres de Abram y Sarai pero, ¡ellos no pueden cambiar el nombre de Jehová!
b) Describe los beneficios. Les regala toda la tierra de Canaán (Génesis 12:7; 13:14-15, 17; 15:7, 18-21; 17:8). Le promete una descendencia innumerable (Génesis 12:2; 13:16; 15:4-5; 17:5-6, 16). Los va a proteger y
bendecir (Génesis 12:3; 15:1). Será el Dios de ellos y ellos será su pueblo (Génesis 17:7-8). Es un pacto para siempre (Génesis 13:15; 17:7-8, 13, 19), y las bendiciones del pacto se extenderán por medio de Abraham y su descendencia a todas las naciones (Génesis 12:3).
c) Indica las expectativas. Abraham y sus descendientes van a responder a Jehová en obediencia y devoción (Génesis 17:1, 7-8). Van a practicar la circuncisión en todos los varones a los ocho días de nacido (Génesis 17:10-14, 23-27).
d) Lo hacen notable ceremonias que confirman la prioridad de la relación y aseguran su cumplimiento futuro, como la ceremonia iniciada y cumplida por Jehová en Génesis 15:7-21 y por la circuncisión de Abraham y los suyos.
Cuarto, vamos a notar la expresión del pacto en la narrativa. El pacto no es un documento seco y olvidado sino la confirmación de una relación activa. ¡Uno disfruta diariamente la relación expresada en el pacto! Así experimentan Abraham y Sara en Génesis 12– 17. En capítulo 12, Jehová le trata a Faraón y su casa, un hombre de gran poder, autoridad y fama internacional, de acuerdo con su tratamiento de Sara. Aunque es una mujer de muchos recursos menos que Faraón y mucho menos autoridad terrenal, es protegida y vindicada por Jehová por ser participante del pacto. En capítulo 13, aunque Abraham y los suyos son una pequeña minoría en comparación con los cananeos, Jehová protege a ellos y su riqueza de cualquier amenaza. Jehová le da victoria a Abraham sobre los cuatro reyes en capítulo 14, bendice a su hijo con Agar en capítulo 16 y aún llega a su tienda para almorzar en capítulo 18. En todo, hay un convivio constante entre Jehová y Abraham que se confirma por el pacto.
Mientras continuamos a leer el libro de Génesis, note las referencias al pacto… ¡y su impacto en Abraham y su descendencia también!
En la lectura de ayer vimos algunos de los elementos básicos del pacto de Jehová con Abraham. Hoy lo podemos ver en más detalle.
Primero, vamos a identificar los versículos principales a que hacemos referencia cuando hablamos del pacto. Recomiendo que se familiarice con estos pasajes; van a haber muchas referencias a ellos por toda la Biblia:
a) Empezamos en Génesis 12 cuando Jehová le dice a Abraham: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra (Génesis 12:1-3). Se confirma cuando Abraham cambia de la ciudad de Harán a la tierra de Canaán: A tu descendencia daré esta tierra (Génesis 12:7).
b) Se confirma otra vez cuando Abraham vuelve de Egipto a Canaán: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada. Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré (Génesis 13:14-17).
c) Se declara otra vez cuando vino la palabra de Jehová a Abram en visión: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande (Génesis 15:1). Cuando Abram le expresa su inquietud de no tener ningún descendiente, ningún heredero sino un esclavo nacido en su casa, Jehová responde: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia (Génesis 15:4-5). Abraham responde por fe: Y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia (Génesis 15:6). Luego se confirma por la ceremonia descrita en Génesis 15:7-21.
d) Se presenta en aún más detalle en todo Génesis 17 (recomiendo que vuelva a leer el capítulo; prefiero no copiarlo todo aquí.)
Segundo, basándonos en estos versículos, vamos a definir un pacto. En lo más básico, es el reconocimiento de una relación, hecha formal y permanente, entre dos personas. Identifica a las personas que participan en la relación y describe sus beneficios y expectativas. La hace notable por una ceremonia que confirma su prioridad y asegura el cumplimiento de estos beneficios y expectativas en el futuro.
Tercero, con base en esta definición general, vamos a expandirla por notar algunas observaciones importantes sobre este pacto específico, el de Jehová con Abraham.
a) Identifica a los participantes. Es de Jehová con Abraham, Sara y su descendencia. Note que no es una relación entre iguales (como un contrato, un convenio o un acuerdo); Jehová es el que inicia y pone todos los parámetros del pacto. Jehová claramente es Dios, y Abraham, Sara y su descendencia, sus súbditos. Jehová cambia los nombres de Abram y Sarai pero, ¡ellos no pueden cambiar el nombre de Jehová!
b) Describe los beneficios. Les regala toda la tierra de Canaán (Génesis 12:7; 13:14-15, 17; 15:7, 18-21; 17:8). Le promete una descendencia innumerable (Génesis 12:2; 13:16; 15:4-5; 17:5-6, 16). Los va a proteger y
bendecir (Génesis 12:3; 15:1). Será el Dios de ellos y ellos será su pueblo (Génesis 17:7-8). Es un pacto para siempre (Génesis 13:15; 17:7-8, 13, 19), y las bendiciones del pacto se extenderán por medio de Abraham y su descendencia a todas las naciones (Génesis 12:3).
c) Indica las expectativas. Abraham y sus descendientes van a responder a Jehová en obediencia y devoción (Génesis 17:1, 7-8). Van a practicar la circuncisión en todos los varones a los ocho días de nacido (Génesis 17:10-14, 23-27).
d) Lo hacen notable ceremonias que confirman la prioridad de la relación y aseguran su cumplimiento futuro, como la ceremonia iniciada y cumplida por Jehová en Génesis 15:7-21 y por la circuncisión de Abraham y los suyos.
Cuarto, vamos a notar la expresión del pacto en la narrativa. El pacto no es un documento seco y olvidado sino la confirmación de una relación activa. ¡Uno disfruta diariamente la relación expresada en el pacto! Así experimentan Abraham y Sara en Génesis 12– 17. En capítulo 12, Jehová le trata a Faraón y su casa, un hombre de gran poder, autoridad y fama internacional, de acuerdo con su tratamiento de Sara. Aunque es una mujer de muchos recursos menos que Faraón y mucho menos autoridad terrenal, es protegida y vindicada por Jehová por ser participante del pacto. En capítulo 13, aunque Abraham y los suyos son una pequeña minoría en comparación con los cananeos, Jehová protege a ellos y su riqueza de cualquier amenaza. Jehová le da victoria a Abraham sobre los cuatro reyes en capítulo 14, bendice a su hijo con Agar en capítulo 16 y aún llega a su tienda para almorzar en capítulo 18. En todo, hay un convivio constante entre Jehová y Abraham que se confirma por el pacto.
Mientras continuamos a leer el libro de Génesis, note las referencias al pacto… ¡y su impacto en Abraham y su descendencia también!
Citas de otros autores:
Génesis 17:7-8 - Un refrán común es: Seré Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo (Jeremías 31:33; véase también Oseas 2:23; Zacarías 8:8; 13:9; Hebreos 8:10). Las variaciones de este tema general a veces se enfocan más en el pueblo y lo que será, mientras otras veces se enfocan en Dios y lo que Él hará. La promesa de Dios de ‹‹ser Dios de ellos›› es en realidad su compromiso amplio de morar con su pueblo, de cuidarlo, disciplinarlo, protegerlo, suplir sus necesidades y relacionarse con ellos personalmente. Si este compromiso continúa, promete resultar por último en la salvación final que Dios cumple en Cristo.
(De Poythress, Vern S., “An Overview of the Bible’s Storyline” en Understanding the Big Picture of the Bible: A Guide to Reading the Bible Well editado por Wayne Grudem, C. John Collins y Thomas R. Schreiner. Wheaton, IL; Crossway, 2012, pág. 10)
Génesis 17:7-8 - Un refrán común es: Seré Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo (Jeremías 31:33; véase también Oseas 2:23; Zacarías 8:8; 13:9; Hebreos 8:10). Las variaciones de este tema general a veces se enfocan más en el pueblo y lo que será, mientras otras veces se enfocan en Dios y lo que Él hará. La promesa de Dios de ‹‹ser Dios de ellos›› es en realidad su compromiso amplio de morar con su pueblo, de cuidarlo, disciplinarlo, protegerlo, suplir sus necesidades y relacionarse con ellos personalmente. Si este compromiso continúa, promete resultar por último en la salvación final que Dios cumple en Cristo.
(De Poythress, Vern S., “An Overview of the Bible’s Storyline” en Understanding the Big Picture of the Bible: A Guide to Reading the Bible Well editado por Wayne Grudem, C. John Collins y Thomas R. Schreiner. Wheaton, IL; Crossway, 2012, pág. 10)