Isaías 52:13 - 53:12
En resumen:
La lectura previa nos dijo que el siervo no sólo iba a traer la salvación y la restauración al remanente pecaminoso sino que iba a efectuarlas. Pero, ¿cómo? La lectura para hoy revela que el siervo efectúa la salvación por ser substituto por los pecados del pueblo.
La lectura previa nos dijo que el siervo no sólo iba a traer la salvación y la restauración al remanente pecaminoso sino que iba a efectuarlas. Pero, ¿cómo? La lectura para hoy revela que el siervo efectúa la salvación por ser substituto por los pecados del pueblo.
En más detalle:
Isaías 52:13 declara una bendición al siervo en crecimiento: He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto (Isaías 52:13). Pero nos sorprenden los versículos siguientes porque parecen expresar todo el contrario de la exaltación que acabamos de leer: Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres, así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído (Isaías 52:14-15). ¿Cómo será exaltado el siervo, y a la vez, desfigurado y un motivo de asombro? ¿Qué son estas noticias entendidas por reyes que los dejan sin palabra, noticias que jamás habían oído antes?
Isaías 53:1 hace otra referencia a estas noticias, especialmente a la dificultad de creer o imaginarlas: ¿Quién ha creído nuestro anuncio? (Isaías 53:1) El poder y el consejo de Jehová se ha manifestado… pero no de una forma esperada: ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? (Isaías 53:1) En cambio, no hay nada en el siervo para llamarnos la atención: Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos (Isaías 53:2).
No sólo no nos llama la atención sino que nos da vergüenza mirarlo: Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos (Isaías 53:3). La obra de Jehová en la salvación por el siervo es para gran beneficio nuestro, pero la malentendimos y la menospreciamos: Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido (Isaías 53:4).
Pero el profeta insiste en estas noticias – el siervo sirvió de sustituto sacrificial por nuestros pecados: Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados (Isaías 53:5). Insiste en nuestra incapacidad de andar en la justicia de Jehová, igual como ha declarado antes en versículos como Isaías 48:1: Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino (Isaías 53:6); y de allí revela las buenas noticias, noticias de asombro, sobre la salvación, la restauración y el pacto dado en el siervo: Mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros (Isaías 53:6).
Describe la obediencia voluntaria y completa del siervo, igual a lo que vimos en Isaías 50:5-7: Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca (Isaías 53:7). Igual como vimos en Isaías 49:4, parece inútil su ministerio: Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido (Isaías 53:8).
Todo este sufrimiento no fue por ninguna culpa del siervo: Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca (Isaías 53:9). En vez del sufrimiento por alguna maldad, la muerte sacrificial y expiatoria del siervo cumplió el plan de Jehová por la salvación del remanente: Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento (Isaías 53:10). E igual como Jehová lo quebrantó por la salvación del remanente, Jehová lo exalta, como vimos en Isaías 52:13, y hace eficaz la redención y la justificación por su obediencia hasta la muerte: Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada (Isaías 53:10). Y aunque el siervo murió, verá con vida el fruto de su obra y será exaltado: Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores (Isaías 53:11-12).
La gloria sea a Jehová por la salvación, la redención y la justificación que le ha dado al remanente pecador por el sacrificio de expiación de su Siervo, nuestro Señor y Salvador Jesucristo, crucificado por nuestras iniquidades, resucitado y exaltado por Dios.
Isaías 52:13 declara una bendición al siervo en crecimiento: He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto (Isaías 52:13). Pero nos sorprenden los versículos siguientes porque parecen expresar todo el contrario de la exaltación que acabamos de leer: Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres, así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído (Isaías 52:14-15). ¿Cómo será exaltado el siervo, y a la vez, desfigurado y un motivo de asombro? ¿Qué son estas noticias entendidas por reyes que los dejan sin palabra, noticias que jamás habían oído antes?
Isaías 53:1 hace otra referencia a estas noticias, especialmente a la dificultad de creer o imaginarlas: ¿Quién ha creído nuestro anuncio? (Isaías 53:1) El poder y el consejo de Jehová se ha manifestado… pero no de una forma esperada: ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová? (Isaías 53:1) En cambio, no hay nada en el siervo para llamarnos la atención: Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos (Isaías 53:2).
No sólo no nos llama la atención sino que nos da vergüenza mirarlo: Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos (Isaías 53:3). La obra de Jehová en la salvación por el siervo es para gran beneficio nuestro, pero la malentendimos y la menospreciamos: Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido (Isaías 53:4).
Pero el profeta insiste en estas noticias – el siervo sirvió de sustituto sacrificial por nuestros pecados: Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados (Isaías 53:5). Insiste en nuestra incapacidad de andar en la justicia de Jehová, igual como ha declarado antes en versículos como Isaías 48:1: Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino (Isaías 53:6); y de allí revela las buenas noticias, noticias de asombro, sobre la salvación, la restauración y el pacto dado en el siervo: Mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros (Isaías 53:6).
Describe la obediencia voluntaria y completa del siervo, igual a lo que vimos en Isaías 50:5-7: Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca (Isaías 53:7). Igual como vimos en Isaías 49:4, parece inútil su ministerio: Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido (Isaías 53:8).
Todo este sufrimiento no fue por ninguna culpa del siervo: Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca (Isaías 53:9). En vez del sufrimiento por alguna maldad, la muerte sacrificial y expiatoria del siervo cumplió el plan de Jehová por la salvación del remanente: Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento (Isaías 53:10). E igual como Jehová lo quebrantó por la salvación del remanente, Jehová lo exalta, como vimos en Isaías 52:13, y hace eficaz la redención y la justificación por su obediencia hasta la muerte: Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada (Isaías 53:10). Y aunque el siervo murió, verá con vida el fruto de su obra y será exaltado: Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores (Isaías 53:11-12).
La gloria sea a Jehová por la salvación, la redención y la justificación que le ha dado al remanente pecador por el sacrificio de expiación de su Siervo, nuestro Señor y Salvador Jesucristo, crucificado por nuestras iniquidades, resucitado y exaltado por Dios.