Isaías 65 - 66 y Salmo 24
En resumen:
Jehová cierra el libro de Isaías con un resumen de su programa de justicia por todo el tiempo, su justicia que nadie puede impedir.
Jehová cierra el libro de Isaías con un resumen de su programa de justicia por todo el tiempo, su justicia que nadie puede impedir.
En más detalle:
Igual como en los primeros capítulos del libro de Isaías, Jehová le acusa a Judá de los pecados que han despertado su ira justa contra ellos (Isaías 65:1-7). Confirma que a pesar de sus pecados, va a preservar a su remanente: Como si alguno hallase mosto en un racimo, y dijese: No lo desperdicies, porque bendición hay en él; así haré yo por mis siervos, que no lo destruiré todo. Sacaré descendencia de Jacob, y de Judá heredero de mis montes; y mis escogidos poseerán por heredad la tierra, y mis siervos habitarán allá (Isaías 65:8-9). Pero a la vez que preserva a su remanente, Jehová va a juzgar a los malvados de su pueblo: Vosotros los que dejáis a Jehová, que olvidáis mi santo nombre, que ponéis mesa para la Fortuna, y suministráis libaciones para el Destino; yo también os destinaré a la espada, y todos vosotros os arrodillaréis al degolladero, por cuanto llamé, y no respondisteis; hablé, y no oísteis, sino que hicisteis lo malo delante de mis ojos, y escogisteis lo que me desagrada (Isaías 65:11-12). Los dos grupos tendrán un futuro completamente distinto por el juicio de Jehová (Isaías 65:13-16).
Después del día de juicio, el remanente redimido no tendrá temor de volver a sus pecados anteriores: Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento (Isaías 65:17). En cambio, va a disfrutar un gozo permanente por vivir bajo el dominio justo de Jehová sin ninguna interrupción ni estorbo por el pecado (Isaías 65:18-25).
Jehová es incomparable y domina sobre todo el universo (Isaías 66:1); por eso le urge a su pueblo que deje la soberbia y tiemble a su palabra (Isaías 66:2). Les toca escoger entre el camino de idolatría, hipocresía, soberbia e injusticia que termina en vergüenza y condenación o el camino de dependencia en Jehová que trae amor y gozo (Isaías 66:3-14). El juicio está por venir (Isaías 66:15-18), y la redención en toda la tierra también (Isaías 66:19-22). ¿Cuál camino escogeremos? Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová. Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre (Isaías 66:23-24).
Igual como en los primeros capítulos del libro de Isaías, Jehová le acusa a Judá de los pecados que han despertado su ira justa contra ellos (Isaías 65:1-7). Confirma que a pesar de sus pecados, va a preservar a su remanente: Como si alguno hallase mosto en un racimo, y dijese: No lo desperdicies, porque bendición hay en él; así haré yo por mis siervos, que no lo destruiré todo. Sacaré descendencia de Jacob, y de Judá heredero de mis montes; y mis escogidos poseerán por heredad la tierra, y mis siervos habitarán allá (Isaías 65:8-9). Pero a la vez que preserva a su remanente, Jehová va a juzgar a los malvados de su pueblo: Vosotros los que dejáis a Jehová, que olvidáis mi santo nombre, que ponéis mesa para la Fortuna, y suministráis libaciones para el Destino; yo también os destinaré a la espada, y todos vosotros os arrodillaréis al degolladero, por cuanto llamé, y no respondisteis; hablé, y no oísteis, sino que hicisteis lo malo delante de mis ojos, y escogisteis lo que me desagrada (Isaías 65:11-12). Los dos grupos tendrán un futuro completamente distinto por el juicio de Jehová (Isaías 65:13-16).
Después del día de juicio, el remanente redimido no tendrá temor de volver a sus pecados anteriores: Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento (Isaías 65:17). En cambio, va a disfrutar un gozo permanente por vivir bajo el dominio justo de Jehová sin ninguna interrupción ni estorbo por el pecado (Isaías 65:18-25).
Jehová es incomparable y domina sobre todo el universo (Isaías 66:1); por eso le urge a su pueblo que deje la soberbia y tiemble a su palabra (Isaías 66:2). Les toca escoger entre el camino de idolatría, hipocresía, soberbia e injusticia que termina en vergüenza y condenación o el camino de dependencia en Jehová que trae amor y gozo (Isaías 66:3-14). El juicio está por venir (Isaías 66:15-18), y la redención en toda la tierra también (Isaías 66:19-22). ¿Cuál camino escogeremos? Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de mí, dijo Jehová. Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre (Isaías 66:23-24).