Josué 18 - 21
Ahora los israelitas han sojuzgado la tierra al punto que el tabernáculo puede establecerse en un lugar seguro, en Silo (Josué 18:1). Pero no todo anda bien: Habían quedado de los hijos de Israel siete tribus a las cuales aún no habían repartido su posesión. Y Josué dijo a los hijos de Israel: ¿Hasta cuándo seréis negligentes para venir a poseer la tierra que os ha dado Jehová el Dios de vuestros padres? (Josué 18:2-3)
¿Por qué existe esta negligencia? En parte puede ser por costumbre. Han pasado casi toda su vida en el desierto. Se han acostumbrado a vivir en tiendas, no en ciudades. Saben criar a ganado; la gran mayoría de ellos probablemente nunca han sembrado nada. Están contentos con pasear en tiendas por la nueva tierra sometida, pastoreando su ganado y alimentándose de lo que producen naturalmente los huertos y los campos que los cananeos sembraban en los años pasados. Pero esta no es la visión que Jehová les ha dado. Como Él se ha establecido en un lugar, así harán ellos también.
No abandonan la vida pastoral (Josué 21:42), pero note que son repartidos en ciudades. Se van a arraigar a la nueva tierra. Aprenderán a labrarla para que produzca sus frutos. Y entre todos vivirán los levitas, los que tienen la responsabilidad de enseñar y guiar al pueblo en la ley de Jehová. El movimiento continuo puede abrir paso al descuido de la educación en las leyes de Jehová; la vida sedentaria va a permitir más posibilidades para desarrollar su conocimiento de sus leyes y para asegurarse que todos los miembros de la sociedad viven ordenadamente y en obediencia a Dios.
¿Por qué existe esta negligencia? En parte puede ser por costumbre. Han pasado casi toda su vida en el desierto. Se han acostumbrado a vivir en tiendas, no en ciudades. Saben criar a ganado; la gran mayoría de ellos probablemente nunca han sembrado nada. Están contentos con pasear en tiendas por la nueva tierra sometida, pastoreando su ganado y alimentándose de lo que producen naturalmente los huertos y los campos que los cananeos sembraban en los años pasados. Pero esta no es la visión que Jehová les ha dado. Como Él se ha establecido en un lugar, así harán ellos también.
No abandonan la vida pastoral (Josué 21:42), pero note que son repartidos en ciudades. Se van a arraigar a la nueva tierra. Aprenderán a labrarla para que produzca sus frutos. Y entre todos vivirán los levitas, los que tienen la responsabilidad de enseñar y guiar al pueblo en la ley de Jehová. El movimiento continuo puede abrir paso al descuido de la educación en las leyes de Jehová; la vida sedentaria va a permitir más posibilidades para desarrollar su conocimiento de sus leyes y para asegurarse que todos los miembros de la sociedad viven ordenadamente y en obediencia a Dios.