La segunda unidad de la Biblia:
El pacto con Abraham y sus descendientes (Génesis 12 - 50)
¡Felicidades por terminar la primera de las 20 unidades en la Biblia! Hemos recorrido mucho camino en sólo 5 días. Pausemos un momento para repasar lo que hemos visto. En Génesis 1– 11 vemos que:
1) Jehová es eterno, poderoso, justo, bueno y misericordioso y manifiesta estos atributos en la creación.
2) Formó al ser humano para gobernar la tierra de acuerdo con su propio gobierno justo.
3) Adán y Eva decidieron rebelar contra el gobierno justo de Jehová por confiar en su propia capacidad para igualarlo, y ellos (y nosotros) sufrimos consecuencias graves por su desobediencia.
4) En medio de su juicio justo, Jehová también les manifestó su misericordia a Adán y Eva. Les dio la promesa de un descendiente que iba a vencer a la serpiente y aceptó la muerte de un sustituto en lugar de la muerte inmediata de ellos.
5) Mientras crece el pecado, Jehová tiene que responder en juicio justo y decisivo como en el diluvio. Pero en medio de su juicio, salva a un pequeño remanente por gracia.
6) Aunque las naciones continúan en rebelión por querer unirse según sus avances tecnológicos, sus logros económicos, y una religión de su propia formación, Jehová las va a juzgar y también las va a reunir en sumisión, paz y adoración bajo la justicia de la simiente prometida, Jesucristo.
7) Todos estos temas son desarrollados en mucho más detalle por todo el resto de la Biblia.
¡Imagine! Aunque son sólo 5 días de lectura, ya tiene una fundación amplia y sólida para entender toda la Biblia.
Continuamos entonces para ver la segunda unidad (Génesis 12– 50). Según el calendario de lecturas, cubrimos esta unidad en los próximos 11 días. Mientras lee, note las observaciones siguientes:
1) Los eventos principales de la unidad: Jehová hace un pacto con Abraham y lo guarda con sus descendientes Isaac, Jacob y los hijos de Jacob.
2) Los atributos de Jehová que resaltan: La misericordia, la fidelidad
3) La obra principal de Jehová: La formación de su pueblo escogido que va a ser de bendición a todas las demás naciones de la tierra
4) Los participantes principales: Los patriarcas de Israel
5) La referencia principal a Jesucristo y el evangelio: En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra (Génesis 22:18). En el Nuevo Testamento el apóstol Pablo cita este versículo e identifica a la simiente: Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo (Gálatas 3:16).
6) Observación clave: Después de ver tanto énfasis en la justicia y el juicio justo de Jehová en
Génesis 1 – 11, esperamos ver que los hombres principales temerosos de Jehová sean justos, rectos y ejemplares en la integridad. Pero ahora en Génesis 12 – 50, vemos que no son siempre así: a veces son mentirosos, manipuladores, violentos, adúlteros y traicioneros a su propia familia. Esta discordia entre la justicia de Jehová y el pecado de sus escogidos puede confundir y aún desanimar al lector del libro de Génesis. Pero el narrador bíblico presenta esta discordia a propósito: nos hace saber que la justicia de Abraham, Isaac, Jacob y sus hijos se basa en algo más seguro, sólido y permanente que sus propias acciones. Se basa en Jehová mismo, el Dios fiel a sus promesas, en quien confían no importan las circunstancias ni los sufrimientos.
¿Listo por la nueva sección? ¡Continuemos a leer!
1) Jehová es eterno, poderoso, justo, bueno y misericordioso y manifiesta estos atributos en la creación.
2) Formó al ser humano para gobernar la tierra de acuerdo con su propio gobierno justo.
3) Adán y Eva decidieron rebelar contra el gobierno justo de Jehová por confiar en su propia capacidad para igualarlo, y ellos (y nosotros) sufrimos consecuencias graves por su desobediencia.
4) En medio de su juicio justo, Jehová también les manifestó su misericordia a Adán y Eva. Les dio la promesa de un descendiente que iba a vencer a la serpiente y aceptó la muerte de un sustituto en lugar de la muerte inmediata de ellos.
5) Mientras crece el pecado, Jehová tiene que responder en juicio justo y decisivo como en el diluvio. Pero en medio de su juicio, salva a un pequeño remanente por gracia.
6) Aunque las naciones continúan en rebelión por querer unirse según sus avances tecnológicos, sus logros económicos, y una religión de su propia formación, Jehová las va a juzgar y también las va a reunir en sumisión, paz y adoración bajo la justicia de la simiente prometida, Jesucristo.
7) Todos estos temas son desarrollados en mucho más detalle por todo el resto de la Biblia.
¡Imagine! Aunque son sólo 5 días de lectura, ya tiene una fundación amplia y sólida para entender toda la Biblia.
Continuamos entonces para ver la segunda unidad (Génesis 12– 50). Según el calendario de lecturas, cubrimos esta unidad en los próximos 11 días. Mientras lee, note las observaciones siguientes:
1) Los eventos principales de la unidad: Jehová hace un pacto con Abraham y lo guarda con sus descendientes Isaac, Jacob y los hijos de Jacob.
2) Los atributos de Jehová que resaltan: La misericordia, la fidelidad
3) La obra principal de Jehová: La formación de su pueblo escogido que va a ser de bendición a todas las demás naciones de la tierra
4) Los participantes principales: Los patriarcas de Israel
5) La referencia principal a Jesucristo y el evangelio: En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra (Génesis 22:18). En el Nuevo Testamento el apóstol Pablo cita este versículo e identifica a la simiente: Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo (Gálatas 3:16).
6) Observación clave: Después de ver tanto énfasis en la justicia y el juicio justo de Jehová en
Génesis 1 – 11, esperamos ver que los hombres principales temerosos de Jehová sean justos, rectos y ejemplares en la integridad. Pero ahora en Génesis 12 – 50, vemos que no son siempre así: a veces son mentirosos, manipuladores, violentos, adúlteros y traicioneros a su propia familia. Esta discordia entre la justicia de Jehová y el pecado de sus escogidos puede confundir y aún desanimar al lector del libro de Génesis. Pero el narrador bíblico presenta esta discordia a propósito: nos hace saber que la justicia de Abraham, Isaac, Jacob y sus hijos se basa en algo más seguro, sólido y permanente que sus propias acciones. Se basa en Jehová mismo, el Dios fiel a sus promesas, en quien confían no importan las circunstancias ni los sufrimientos.
¿Listo por la nueva sección? ¡Continuemos a leer!
Citas de otros autores:
Esta escena es el centro temático del Pentateuco. El llamado de Abraham a la tierra prometida, con su promesa de darle esa tierra, explica el movimiento geográfico al final de cada uno de los cinco libros del Pentateuco. Génesis termina cuando José hace que sus hermanos juren a llevar sus huesos con ellos cuando salgan de Egipto para cumplir la promesa de Dios a Abraham, Isaac y Jacob (Génesis 50:22-26). Éxodo termina con la expectativa de que la nube de la gloria de Dios los guiará de Sinaí a la tierra prometida (Éxodo 40:34-38). Levítico se concluye con el resumen: Estos son los mandamientos que ordenó Jehová a Moisés para los hijos de Israel, en el monte Sinaí (Levítico 27:34). Se repite esta frase en Números 36:13, sustituyendo “los campos de Moab” por Sinaí. Deuteronomio también termina en los campos de Moab, pero se ha designado a Josué por líder para cumplir la promesa (Deuteronomio 34).
El llamado de Dios a Abraham es anticipo por el resto de la Biblia. Es la historia de Dios que salva de todas las tribus y las naciones por su nación santa, administrada primero por el pacto mosaico y luego por el Señor Cristo Jesús por el nuevo pacto. Los elementos del llamado de Abraham son reafirmados a Abraham (Génesis 12:7; 15:5-21; 17:4-8; 18:18-19; 22:17-18), a Isaac (26:24), a Jacob (28:13-15; 35:11-12; 46:3), a Judá (49:8-12), a Moisés (Éxodo 3:6-8; Deuteronomio 34:4) y a las diez tribus de Israel (Deuteronomio 33). Son reafirmados por José (Génesis 50:24), por Pedro a los judíos (Hechos 3:25) y por Pablo a los gentiles (Gálatas 3:8).
La extensión de la promesa de 12:1-3 desde la salvación individual a la nacional y a la universal es el movimiento esencial de la Escritura. La Biblia es un guía misionero que se trata de la salvación de todas las familias de la tierra. Abraham como portador de la bendición de la salvación es en anticipación del Cristo que viene con bendición también.
(De Bruce K. Waltke, Genesis: A Commentary. 2001: Grand Rapids, MI, Zondervan, pág. 208-09)
Esta escena es el centro temático del Pentateuco. El llamado de Abraham a la tierra prometida, con su promesa de darle esa tierra, explica el movimiento geográfico al final de cada uno de los cinco libros del Pentateuco. Génesis termina cuando José hace que sus hermanos juren a llevar sus huesos con ellos cuando salgan de Egipto para cumplir la promesa de Dios a Abraham, Isaac y Jacob (Génesis 50:22-26). Éxodo termina con la expectativa de que la nube de la gloria de Dios los guiará de Sinaí a la tierra prometida (Éxodo 40:34-38). Levítico se concluye con el resumen: Estos son los mandamientos que ordenó Jehová a Moisés para los hijos de Israel, en el monte Sinaí (Levítico 27:34). Se repite esta frase en Números 36:13, sustituyendo “los campos de Moab” por Sinaí. Deuteronomio también termina en los campos de Moab, pero se ha designado a Josué por líder para cumplir la promesa (Deuteronomio 34).
El llamado de Dios a Abraham es anticipo por el resto de la Biblia. Es la historia de Dios que salva de todas las tribus y las naciones por su nación santa, administrada primero por el pacto mosaico y luego por el Señor Cristo Jesús por el nuevo pacto. Los elementos del llamado de Abraham son reafirmados a Abraham (Génesis 12:7; 15:5-21; 17:4-8; 18:18-19; 22:17-18), a Isaac (26:24), a Jacob (28:13-15; 35:11-12; 46:3), a Judá (49:8-12), a Moisés (Éxodo 3:6-8; Deuteronomio 34:4) y a las diez tribus de Israel (Deuteronomio 33). Son reafirmados por José (Génesis 50:24), por Pedro a los judíos (Hechos 3:25) y por Pablo a los gentiles (Gálatas 3:8).
La extensión de la promesa de 12:1-3 desde la salvación individual a la nacional y a la universal es el movimiento esencial de la Escritura. La Biblia es un guía misionero que se trata de la salvación de todas las familias de la tierra. Abraham como portador de la bendición de la salvación es en anticipación del Cristo que viene con bendición también.
(De Bruce K. Waltke, Genesis: A Commentary. 2001: Grand Rapids, MI, Zondervan, pág. 208-09)