Marcos 11 - 13 y Salmo 75
En resumen:
Jesús demuestra que su sabiduría sobrepasa la de los líderes religiosos judíos. También profetiza la destrucción del templo y su segunda venida.
Jesús demuestra que su sabiduría sobrepasa la de los líderes religiosos judíos. También profetiza la destrucción del templo y su segunda venida.
En más detalle:
Para una explicación más detallada de estos capítulos, lea la explicación de Mateo 21 – 23 y la de Mateo 24 – 25 (haga clic en estas referencias para verlas). Marcos 11 – 13 básicamente es una descripción más concisa de lo mismo. De las diferencias entre los pasajes, note lo siguiente:
1) En la primera parte de Marcos 11, no hay mención de la confusión ni la oposición en la llegada de Jesús en Jerusalén como describió Mateo. De hecho, Marcos tiene un relato cronológico más preciso: nos dice que llegó Jesús al anochecer el primer día y sólo miró alrededor (Marcos 11:11), y que no fue hasta el día siguiente que limpió el templo (Marcos 11:12, 15). Mateo combina los eventos de los dos días en una narrativa, no para contradecir a Marcos (no le contradice en nada) sino para narrarlos de una forma que subraya la tensión entre: a) Jesús, b) sus discípulos / los oprimidos / los niños que lo alaban, c) la población general confundida sobre su identidad, y d) los líderes religiosos que lo oponían.
2) La maldición de la higuera y su lección ocurre sobre dos días en Marcos. Jesús declara la maldición en la mañana de su segundo día en Betania y Jerusalén (Marcos 11:12) y los discípulos no perciben la evidencia de la maldición hasta la mañana del día siguiente (Marcos 11:20). Mateo otra vez junta los dos eventos. No contradice a Marcos; solamente combina la descripción del evento (“luego se secó la higuera” en Mateo 21:19) con la percepción del evento el día siguiente (“¿Cómo es que se secó en seguida la higuera?” en Mateo 21:20). Mateo las junta para preparar al lector por el juicio que Jesús está por declarar contra el templo; la maldición de la higuera sirve como una parábola de lo que Jesús va a examinar y juzgar allá. Marcos se concentra más en la cronología y la lección que la higuera enseña sobre el poder de la fe, la oración y el perdón.
3) Marcos añade la observación de Jesús sobre la viuda pobre en Marcos 12:41-44. (Note que el propósito de esta observación no es para sacarles más dinero a los demás discípulos / los miembros de una iglesia sino para enseñar a los discípulos que no evalúen una ofrenda según su valor monetario sino por la devoción que la motiva. Tengan cuidado con los falsos predicadores que manipulan el mensaje de Jesús para quitar más fondos de sus oyentes.)
4) Note que la pregunta de los discípulos en Marcos 13:4 parece hablar de un evento: ¿Cuándo serán estas cosas? ¿Y qué señal habrá cuando todas estas cosas hayan de cumplirse? La respuesta de Jesús concentra en la advertencia a los discípulos que no sean engañados, la persecución que van a padecer y la destrucción del templo en Jerusalén. Pero su respuesta distingue dos eventos – uno que ocurre en “aquellos días, después de aquella tribulación” (Marcos 13:24) y otro que es “aquel día y de la hora nadie sabe” (Marcos 13:32). Uno, la destrucción del templo, ocurre en su secuencia temporal y en la generación de los oyentes (Marcos 13:30); el otro, la segunda venida de Jesús, ocurre en un tiempo desconocido, sin referencia a ningún otro evento ni secuencia (Marcos 13:32-33). Igual como en el evangelio de Mateo pero sin las parábolas, el mensaje es: Mirad, velad y orad (Marcos 13:33); velad (Marcos 13:35); lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad (Marcos 13:37).
Para una explicación más detallada de estos capítulos, lea la explicación de Mateo 21 – 23 y la de Mateo 24 – 25 (haga clic en estas referencias para verlas). Marcos 11 – 13 básicamente es una descripción más concisa de lo mismo. De las diferencias entre los pasajes, note lo siguiente:
1) En la primera parte de Marcos 11, no hay mención de la confusión ni la oposición en la llegada de Jesús en Jerusalén como describió Mateo. De hecho, Marcos tiene un relato cronológico más preciso: nos dice que llegó Jesús al anochecer el primer día y sólo miró alrededor (Marcos 11:11), y que no fue hasta el día siguiente que limpió el templo (Marcos 11:12, 15). Mateo combina los eventos de los dos días en una narrativa, no para contradecir a Marcos (no le contradice en nada) sino para narrarlos de una forma que subraya la tensión entre: a) Jesús, b) sus discípulos / los oprimidos / los niños que lo alaban, c) la población general confundida sobre su identidad, y d) los líderes religiosos que lo oponían.
2) La maldición de la higuera y su lección ocurre sobre dos días en Marcos. Jesús declara la maldición en la mañana de su segundo día en Betania y Jerusalén (Marcos 11:12) y los discípulos no perciben la evidencia de la maldición hasta la mañana del día siguiente (Marcos 11:20). Mateo otra vez junta los dos eventos. No contradice a Marcos; solamente combina la descripción del evento (“luego se secó la higuera” en Mateo 21:19) con la percepción del evento el día siguiente (“¿Cómo es que se secó en seguida la higuera?” en Mateo 21:20). Mateo las junta para preparar al lector por el juicio que Jesús está por declarar contra el templo; la maldición de la higuera sirve como una parábola de lo que Jesús va a examinar y juzgar allá. Marcos se concentra más en la cronología y la lección que la higuera enseña sobre el poder de la fe, la oración y el perdón.
3) Marcos añade la observación de Jesús sobre la viuda pobre en Marcos 12:41-44. (Note que el propósito de esta observación no es para sacarles más dinero a los demás discípulos / los miembros de una iglesia sino para enseñar a los discípulos que no evalúen una ofrenda según su valor monetario sino por la devoción que la motiva. Tengan cuidado con los falsos predicadores que manipulan el mensaje de Jesús para quitar más fondos de sus oyentes.)
4) Note que la pregunta de los discípulos en Marcos 13:4 parece hablar de un evento: ¿Cuándo serán estas cosas? ¿Y qué señal habrá cuando todas estas cosas hayan de cumplirse? La respuesta de Jesús concentra en la advertencia a los discípulos que no sean engañados, la persecución que van a padecer y la destrucción del templo en Jerusalén. Pero su respuesta distingue dos eventos – uno que ocurre en “aquellos días, después de aquella tribulación” (Marcos 13:24) y otro que es “aquel día y de la hora nadie sabe” (Marcos 13:32). Uno, la destrucción del templo, ocurre en su secuencia temporal y en la generación de los oyentes (Marcos 13:30); el otro, la segunda venida de Jesús, ocurre en un tiempo desconocido, sin referencia a ningún otro evento ni secuencia (Marcos 13:32-33). Igual como en el evangelio de Mateo pero sin las parábolas, el mensaje es: Mirad, velad y orad (Marcos 13:33); velad (Marcos 13:35); lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad (Marcos 13:37).