Mateo 5 - 7
En resumen:
Mateo 5 – 7, el famoso Sermón del Monte, es el primer pasaje de enseñanza extendida por Jesucristo en el Nuevo Testamento. Como la sabiduría en el libro de Proverbios, Jesús enseña a sus discípulos para prepararlos por la vida diaria en su reino. Pero a la vez demuestra: He aquí más que Salomón en este lugar (Mateo 12:42).
Mateo 5 – 7, el famoso Sermón del Monte, es el primer pasaje de enseñanza extendida por Jesucristo en el Nuevo Testamento. Como la sabiduría en el libro de Proverbios, Jesús enseña a sus discípulos para prepararlos por la vida diaria en su reino. Pero a la vez demuestra: He aquí más que Salomón en este lugar (Mateo 12:42).
En más detalle:
Leímos casi al final de la lectura previa: Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo (Mateo 4:23). Y en la lectura para hoy tenemos un ejemplo extendido de su enseñanza, aunque al aire libre en vez de en una sinagoga. Si nos acordamos de las enseñanzas de la sabiduría en el libro de Proverbios, veremos algunos enlaces…pero transformados por la autoridad de Jesucristo.
Por ejemplo, en el libro de Proverbios, el padre, la mujer sabiduría, el rey Salomón y los otros sabios enseñaron para prosperar al oyente: Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría… Largura de días está en su mano derecha; en su izquierda, riquezas y honra. Sus caminos son caminos deleitosos, y todas sus veredas paz (Proverbios 3:13, 16-17). Jesús también habla de la bienaventuranza de someterse a su instrucción… pero no llega en la forma esperada: Bienaventurados los pobres en espíritu… Bienaventurados los que lloran… (Mateo 5:3, 4) ¡El bienaventurado sufrirá pobreza, tristeza, hambre, sed y padecerá persecución! Pero persevera porque anhela un tesoro más grande que la plata y el oro, un tesoro donde la justicia y la rectitud anheladas en el libro de Proverbios reinan en todo poder y soberanía en toda la creación – el reino de los cielos manifestado aquí en la tierra. Por el incomparable valor de este tesoro puede decir Jesús: Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros (Mateo 5:11-12). Note que Jesús prepara a sus discípulos con anticipación – por seguir sus palabras, van a padecer la misma clase de persecución que le ha amenazado desde los primeros capítulos del evangelio. Pero el valor del reino de los cielos la supera.
Acuérdese también que uno de los propósitos de la enseñanza en Proverbios era para guardar al lector del mal: La discreción te guardará; te preservará la inteligencia, para librarte del mal camino, de los hombres que hablan perversidades… Serás librado de la mujer extraña, de la ajena que halaga con sus palabras (Proverbios 2:11-12, 16). Jesús también enseña para guardar a los discípulos del mal, no tanto del hombre malo y la adultera directamente sino de los peligros internos como la amargura, la lujuria, la hipocresía religiosa y la avaricia que pueden abrir lugar en el corazón a su influencia. Al final de todo les advierte de los falsos maestros que vienen vestidos de ovejas pero que por dentro son lobos rapaces. El verdadero discípulo sabrá proteger a su propio corazón e identificar a los falsos maestros por internalizar y poner en práctica las palabras de Jesucristo: Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca (Mateo 7:24).
El libro de Proverbios enseña por muchos medios retóricos diferentes – por discursos, parábolas, dichos breves llamativos y comparaciones con el mundo natural. Jesús los utiliza todos y como un rabino judío añade dos más – da comentarios sobre algunos mandamientos y leyes del Antiguo Testamento y enseña una oración. Así que Jesús expande la extensión de la sabiduría en el libro de Proverbios para incluir la piedad diaria personal del discípulo.
Note en especial como Jesús habla con autoridad. El rey Salomón habló o recopiló muchos de los dichos en Proverbios, pero la autoridad viene de la sabiduría, un personaje literario en forma de mujer que representa la sabiduría de Jehová. Pero Jesús declara que su autoridad viene de Sí mismo. En vez del anuncio de los profetas que dijeron: Así ha dicho Jehová…, Jesús cita leyes del Antiguo Testamento y anuncia: Pero yo os digo… (Mateo 5:22, 28, 32, 34, 39, 44). Jesucristo mismo juzgará quiénes pueden entrar o no entrar al reino de los cielos (Mateo 7:23). Y la entrada del verdadero discípulo depende de su atención y práctica de las palabras de Jesús (Mateo 7:24-27). Toda la autoridad del Sermón del Monte no está centrada en una figura literaria ni en el Padre celestial sino en una Persona de carne y hueso, en el Señor Jesucristo, el Hijo de Dios.
Al considerar todo esto, podemos ver que el reino de los cielos gobernado por Jesucristo aún supera la bienaventuranza de la sabiduría en el libro de Proverbios. No la contradice ni está en competencia con la ella sino que la extiende, la engrandece, la profundiza y sobre todo la concentra en la Persona de Jesucristo. Por eso, el morar en el reino de los cielos en la justicia de Jesucristo será mejor que morar en el reino de Salomón, el ápice de la justicia y la sabiduría de Israel.
Mientras lee el Sermón del Monte, utilice este esquema para organizarlo y enfocar su atención:
La realidad interior de los súbditos del reino (Mateo 5:1-16) – Aquí Jesús identifica las virtudes que guardan sus verdaderos discípulos.
Las relaciones entre ellos (Mateo 5:17-48) – Aquí Jesús utiliza la ley como base para describir el manejo de las relaciones interpersonales.
La religión en su reino (Mateo 6:1-18) – Jesús les enseña a sus discípulos la verdadera piedad personal diaria en relación con Dios.
Las riquezas en su reino (Mateo 6:19-34) – Jesús les enseña cómo manejar los bienes terrenales y las preocupaciones materiales de la vida.
La reprensión en su reino (Mateo 7:1-6) – Jesús indica las actitudes correctas que guardar antes de reprender a otro por alguna ofensa.
El ruego en su reino (Mateo 7:7-12) – Jesús nos enseña a perseverar en la oración… y con qué actitud recibimos las peticiones de los demás.
Los riesgos en su reino (Mateo 7:13-27) – Jesús ayuda a sus discípulos a identificar a los falsos profetas por su falta de atención y de práctica de sus palabras.
Hay mucho más que podemos decir sobre cada sección y aún cada versículo, y Dios mediante habrá tiempo en el futuro para eso, pero por ahora tenemos una fundación adecuada para entender, apreciar y empezar a poner en práctica las enseñanzas de Jesús en el Sermón del Monte.
Leímos casi al final de la lectura previa: Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo (Mateo 4:23). Y en la lectura para hoy tenemos un ejemplo extendido de su enseñanza, aunque al aire libre en vez de en una sinagoga. Si nos acordamos de las enseñanzas de la sabiduría en el libro de Proverbios, veremos algunos enlaces…pero transformados por la autoridad de Jesucristo.
Por ejemplo, en el libro de Proverbios, el padre, la mujer sabiduría, el rey Salomón y los otros sabios enseñaron para prosperar al oyente: Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría… Largura de días está en su mano derecha; en su izquierda, riquezas y honra. Sus caminos son caminos deleitosos, y todas sus veredas paz (Proverbios 3:13, 16-17). Jesús también habla de la bienaventuranza de someterse a su instrucción… pero no llega en la forma esperada: Bienaventurados los pobres en espíritu… Bienaventurados los que lloran… (Mateo 5:3, 4) ¡El bienaventurado sufrirá pobreza, tristeza, hambre, sed y padecerá persecución! Pero persevera porque anhela un tesoro más grande que la plata y el oro, un tesoro donde la justicia y la rectitud anheladas en el libro de Proverbios reinan en todo poder y soberanía en toda la creación – el reino de los cielos manifestado aquí en la tierra. Por el incomparable valor de este tesoro puede decir Jesús: Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros (Mateo 5:11-12). Note que Jesús prepara a sus discípulos con anticipación – por seguir sus palabras, van a padecer la misma clase de persecución que le ha amenazado desde los primeros capítulos del evangelio. Pero el valor del reino de los cielos la supera.
Acuérdese también que uno de los propósitos de la enseñanza en Proverbios era para guardar al lector del mal: La discreción te guardará; te preservará la inteligencia, para librarte del mal camino, de los hombres que hablan perversidades… Serás librado de la mujer extraña, de la ajena que halaga con sus palabras (Proverbios 2:11-12, 16). Jesús también enseña para guardar a los discípulos del mal, no tanto del hombre malo y la adultera directamente sino de los peligros internos como la amargura, la lujuria, la hipocresía religiosa y la avaricia que pueden abrir lugar en el corazón a su influencia. Al final de todo les advierte de los falsos maestros que vienen vestidos de ovejas pero que por dentro son lobos rapaces. El verdadero discípulo sabrá proteger a su propio corazón e identificar a los falsos maestros por internalizar y poner en práctica las palabras de Jesucristo: Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca (Mateo 7:24).
El libro de Proverbios enseña por muchos medios retóricos diferentes – por discursos, parábolas, dichos breves llamativos y comparaciones con el mundo natural. Jesús los utiliza todos y como un rabino judío añade dos más – da comentarios sobre algunos mandamientos y leyes del Antiguo Testamento y enseña una oración. Así que Jesús expande la extensión de la sabiduría en el libro de Proverbios para incluir la piedad diaria personal del discípulo.
Note en especial como Jesús habla con autoridad. El rey Salomón habló o recopiló muchos de los dichos en Proverbios, pero la autoridad viene de la sabiduría, un personaje literario en forma de mujer que representa la sabiduría de Jehová. Pero Jesús declara que su autoridad viene de Sí mismo. En vez del anuncio de los profetas que dijeron: Así ha dicho Jehová…, Jesús cita leyes del Antiguo Testamento y anuncia: Pero yo os digo… (Mateo 5:22, 28, 32, 34, 39, 44). Jesucristo mismo juzgará quiénes pueden entrar o no entrar al reino de los cielos (Mateo 7:23). Y la entrada del verdadero discípulo depende de su atención y práctica de las palabras de Jesús (Mateo 7:24-27). Toda la autoridad del Sermón del Monte no está centrada en una figura literaria ni en el Padre celestial sino en una Persona de carne y hueso, en el Señor Jesucristo, el Hijo de Dios.
Al considerar todo esto, podemos ver que el reino de los cielos gobernado por Jesucristo aún supera la bienaventuranza de la sabiduría en el libro de Proverbios. No la contradice ni está en competencia con la ella sino que la extiende, la engrandece, la profundiza y sobre todo la concentra en la Persona de Jesucristo. Por eso, el morar en el reino de los cielos en la justicia de Jesucristo será mejor que morar en el reino de Salomón, el ápice de la justicia y la sabiduría de Israel.
Mientras lee el Sermón del Monte, utilice este esquema para organizarlo y enfocar su atención:
La realidad interior de los súbditos del reino (Mateo 5:1-16) – Aquí Jesús identifica las virtudes que guardan sus verdaderos discípulos.
Las relaciones entre ellos (Mateo 5:17-48) – Aquí Jesús utiliza la ley como base para describir el manejo de las relaciones interpersonales.
La religión en su reino (Mateo 6:1-18) – Jesús les enseña a sus discípulos la verdadera piedad personal diaria en relación con Dios.
Las riquezas en su reino (Mateo 6:19-34) – Jesús les enseña cómo manejar los bienes terrenales y las preocupaciones materiales de la vida.
La reprensión en su reino (Mateo 7:1-6) – Jesús indica las actitudes correctas que guardar antes de reprender a otro por alguna ofensa.
El ruego en su reino (Mateo 7:7-12) – Jesús nos enseña a perseverar en la oración… y con qué actitud recibimos las peticiones de los demás.
Los riesgos en su reino (Mateo 7:13-27) – Jesús ayuda a sus discípulos a identificar a los falsos profetas por su falta de atención y de práctica de sus palabras.
Hay mucho más que podemos decir sobre cada sección y aún cada versículo, y Dios mediante habrá tiempo en el futuro para eso, pero por ahora tenemos una fundación adecuada para entender, apreciar y empezar a poner en práctica las enseñanzas de Jesús en el Sermón del Monte.
Videos:
Para ver una serie de videos sobre la enseñanza de Jesús sobre los falsos profetas y la parábola de las dos casas en Mateo 7:15-27, haga clic aquí.
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Citas de otros autores:
Mateo 6 - Cuando un hombre habla a Dios, está en el colmo de su ser. La oración es la actividad superior del alma humana, y por eso es a la vez el mejor examen de su verdadera condición espiritual. No hay nada que revela la verdad sobre nosotros como cristianos tanto como nuestra práctica de la oración. Todo lo demás que hacemos en la vida cristiana es más fácil que la oración… La oración sin duda es el mejor examen, porque un hombre puede hablarles a los otros con más facilidad que con Dios… Vimos… que el verdadero peligro por uno que dirige a una congregación en el acto público de orar es que posiblemente se comunica al público en vez de a Dios. Pero cuando estamos a solas en la presencia de Dios, eso ya no es posible. ¿Y no hemos experimentado todos que de alguna manera, tenemos mucho menos que decir a Dios cuando estamos solos con él que cuando estamos en la presencia de otros?
(De D. Martyn Lloyd-Jones, Studies in the Sermon on the Mount. Grand Rapids, Eerdmans, 1976, pág. 322)
Así es la forma de orar, dice Cristo: Toma estas dos cosas juntas; nunca separa estas dos verdades. Acuérdate que te estás acercando al Todopoderoso, Eterno, siempre bendecido Santo Dios. Pero acuérdate también que este Dios, en Cristo, se ha hecho tu Padre. Sabe todo sobre ti no sólo en el sentido de que es omnisciente sino que te conoce completamente como un padre conoce a su hijo. Sabe lo que es mejor por su hijo. Junta estas dos verdades. Dios en su gloria te ve a ti con amor santo y te conoce en tus necesidades. Escucha cada suspiro y te ama con un amor inacabable. Nada desea tanto como tu bendición, tu felicidad, tu gozo y tu prosperidad. Y acuérdate de esto, que él: Es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos (Efe 3:20). Como tu Padre que está en los cielos, él se compromete a bendecirte más que tú te comprometes a ser bendecido. No hay límite a su poder infinito. Te puede bendecir con todas las bendiciones del cielo. Las ha puesto todas en Cristo, y te puso a ti en Cristo. Tu vida puede ser enriquecida con toda la gloria y las riquezas de la gracia de Dios mismo.
Así oramos. Antes de hacer cualquiera petición, antes de pedir el pan de cada día aun, antes de pedir, sólo date cuenta que tú, tal como eres, estás en la presencia de este Ser, tu Padre que está en los cielos, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. ‹‹Mi Dios.›› ‹‹Mi Padre.››
(De D. Martyn Lloyd-Jones, Studies in the Sermon on the Mount. Grand Rapids, Eerdmans, 1976, pág. 330-31)
Mateo 7:5 - Jesús no opone el ofrecer a corregir a otro, pero sólo el ofrecer a corregir en el espíritu equivocado (7:5; véase 18:15-17; Gálatas 6:1-5).
(De Keener, Craig S., The Gospel of Matthew: A Socio-Rhetorical Commentary. Grand Rapids, Eerdmans, 2009, pág. 240.)
Mateo 7:5 - Jesús llama la atención a una característica curiosa de la raza humana en que la ignorancia profunda sobre uno mismo se combina tan frecuentemente con la presunción arrogante del conocimiento de los otros, especialmente sobre sus faltas. La palabra ‹‹primero›› corrige las prioridades; lo más importante es quitar la viga. La primera prioridad del que desea ayudar tiene que ser el quitar el obstáculo a la visión clara de su propio ojo. Al hacer esto, está preparado a ayudar a su hermano. No debemos mirar por encima del punto de que hay que quitar la paja (Jesús no dice que por sólo ser paja que no importa); no falta importancia que aún este defecto pequeño sea rectificado. Pero no se puede hacer hasta que se quite la viga; sólo en ese momento está calificado el ayudante potencial. ‹‹Verás bien›› indica la importancia de la visión clara a la persona que saca las pajas. Este tratamiento humorístico de un tema serio es semejante a los que refieren a un camello que pasa por el ojo de una aguja (19:24) o que es tragado (23:24). Jesús utilizó apropiadamente el humor en su enseñanza.
(De Morris, Leon, The Gospel According to Matthew. Pillar New Testament Commentary. Grand Rapids, Eerdmans, 1992, pág. 167)
Mateo 6 - Cuando un hombre habla a Dios, está en el colmo de su ser. La oración es la actividad superior del alma humana, y por eso es a la vez el mejor examen de su verdadera condición espiritual. No hay nada que revela la verdad sobre nosotros como cristianos tanto como nuestra práctica de la oración. Todo lo demás que hacemos en la vida cristiana es más fácil que la oración… La oración sin duda es el mejor examen, porque un hombre puede hablarles a los otros con más facilidad que con Dios… Vimos… que el verdadero peligro por uno que dirige a una congregación en el acto público de orar es que posiblemente se comunica al público en vez de a Dios. Pero cuando estamos a solas en la presencia de Dios, eso ya no es posible. ¿Y no hemos experimentado todos que de alguna manera, tenemos mucho menos que decir a Dios cuando estamos solos con él que cuando estamos en la presencia de otros?
(De D. Martyn Lloyd-Jones, Studies in the Sermon on the Mount. Grand Rapids, Eerdmans, 1976, pág. 322)
Así es la forma de orar, dice Cristo: Toma estas dos cosas juntas; nunca separa estas dos verdades. Acuérdate que te estás acercando al Todopoderoso, Eterno, siempre bendecido Santo Dios. Pero acuérdate también que este Dios, en Cristo, se ha hecho tu Padre. Sabe todo sobre ti no sólo en el sentido de que es omnisciente sino que te conoce completamente como un padre conoce a su hijo. Sabe lo que es mejor por su hijo. Junta estas dos verdades. Dios en su gloria te ve a ti con amor santo y te conoce en tus necesidades. Escucha cada suspiro y te ama con un amor inacabable. Nada desea tanto como tu bendición, tu felicidad, tu gozo y tu prosperidad. Y acuérdate de esto, que él: Es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos (Efe 3:20). Como tu Padre que está en los cielos, él se compromete a bendecirte más que tú te comprometes a ser bendecido. No hay límite a su poder infinito. Te puede bendecir con todas las bendiciones del cielo. Las ha puesto todas en Cristo, y te puso a ti en Cristo. Tu vida puede ser enriquecida con toda la gloria y las riquezas de la gracia de Dios mismo.
Así oramos. Antes de hacer cualquiera petición, antes de pedir el pan de cada día aun, antes de pedir, sólo date cuenta que tú, tal como eres, estás en la presencia de este Ser, tu Padre que está en los cielos, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. ‹‹Mi Dios.›› ‹‹Mi Padre.››
(De D. Martyn Lloyd-Jones, Studies in the Sermon on the Mount. Grand Rapids, Eerdmans, 1976, pág. 330-31)
Mateo 7:5 - Jesús no opone el ofrecer a corregir a otro, pero sólo el ofrecer a corregir en el espíritu equivocado (7:5; véase 18:15-17; Gálatas 6:1-5).
(De Keener, Craig S., The Gospel of Matthew: A Socio-Rhetorical Commentary. Grand Rapids, Eerdmans, 2009, pág. 240.)
Mateo 7:5 - Jesús llama la atención a una característica curiosa de la raza humana en que la ignorancia profunda sobre uno mismo se combina tan frecuentemente con la presunción arrogante del conocimiento de los otros, especialmente sobre sus faltas. La palabra ‹‹primero›› corrige las prioridades; lo más importante es quitar la viga. La primera prioridad del que desea ayudar tiene que ser el quitar el obstáculo a la visión clara de su propio ojo. Al hacer esto, está preparado a ayudar a su hermano. No debemos mirar por encima del punto de que hay que quitar la paja (Jesús no dice que por sólo ser paja que no importa); no falta importancia que aún este defecto pequeño sea rectificado. Pero no se puede hacer hasta que se quite la viga; sólo en ese momento está calificado el ayudante potencial. ‹‹Verás bien›› indica la importancia de la visión clara a la persona que saca las pajas. Este tratamiento humorístico de un tema serio es semejante a los que refieren a un camello que pasa por el ojo de una aguja (19:24) o que es tragado (23:24). Jesús utilizó apropiadamente el humor en su enseñanza.
(De Morris, Leon, The Gospel According to Matthew. Pillar New Testament Commentary. Grand Rapids, Eerdmans, 1992, pág. 167)