Nehemías 4 - 6 y Salmo 80
En resumen:
En medio de la opresión de varias direcciones se termina el muro de defensa a la ciudad.
En medio de la opresión de varias direcciones se termina el muro de defensa a la ciudad.
En más detalle:
La oposición a la reconstrucción del muro viene de varias formas, y Nehemías responde a cada una sabiamente:
1) Se expresan enojo y menosprecio las autoridades que no tienen parte en Israel (Nehemías 4:1-3).
Responde Nehemías en una oración que reconoce su enemistad contra Jehová y pide que su justicia se manifieste: Oye, oh Dios nuestro, que somos objeto de su menosprecio, y vuelve el baldón de ellos sobre su cabeza, y entrégalos por despojo en la tierra de su cautiverio. No cubras su iniquidad, ni su pecado sea borrado delante de ti, porque se airaron contra los que edificaban (Nehemías 4:4-5). Esta oración de execración les hace sentir incómodos a algunos lectores hoy. Tenemos que guardar en mente la gravedad del pecado de menospreciar a los que tienen una fe humilde y obediente a Jehová: Cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar (Mateo 18:6). También note que al escarnecer al pueblo de Jehová y su obra, Sanbalat y Tobías escarnecen a su Dios también; mientras Nehemías y los israelitas desean vivir en paz con ellos, dejan lugar a la ira de Dios (Romanos 12:18-19).
2) Los enemigos hacen planes para atacar a Jerusalén (Nehemías 4:8); de nuevo, Nehemías responde en oración y acción: Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda contra ellos de día y de noche (Nehemías 4:9). Trabajan armados, preparan una alarma si son atacados, y se ponen en posiciones ambos para la construcción y la defensa.
3) La plática diaria se queja de la dificultad de la obra (Nehemías 4:10) y un ataque de sorpresa que no podrán resistir (Nehemías 4:11-12). Entonces Nehemías los organiza por familias – cada uno trabajará con diligencia y luchará si es necesario por los suyos. No hay lugar a donde huir y esconderse; los a quienes más le importan a uno están en riesgo también: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas (Nehemías 4:14).
4) Hay conflictos entre ellos por la opresión económica. Algunos han empeñado sus tierras y aun a sus hijos para comprar comida o pagar los impuestos y ya no tienen los medios de producción para sacarlos del empeño (Nehemías 5:1-5). Aunque está enojado, Nehemías medita su respuesta y les hace ver la hipocresía de este servidumbre: Nosotros según nuestras posibilidades rescatamos a nuestros hermanos judíos que habían sido vendidos a las naciones; ¿y vosotros vendéis aun a vuestros hermanos, y serán vendidos a nosotros? Y callaron, pues no tuvieron qué responder (Nehemías 5:8). ¿Cómo podrán justificar el vender a sus hermanos a la servidumbre cuando todo su esfuerzo en la vuelta del exilio es librarles de la servidumbre? ¿Qué gloria habrá en esto delante de las naciones enemigas? (Nehemías 5:9) En cambio, que les presten lo que necesitan sin cobrarles intereses y que les devuelvan los medios de producción para que sean prosperados y tengan con qué devolver lo prestado (Nehemías 5:10-11). Su resolución anima mucho a la multitud (Nehemías 5:13).
5) Tiene que enfrentar la mala herencia de los primeros gobernadores y el desánimo que habrá causado (Nehemías 5:15). Responde por ser un ejemplo de la diligencia y la generosidad y por no cobrar lo que legítimamente puede recibir del pueblo (Nehemías 5:14, 16-18).
6) Los enemigos quieren atacar a Nehemías personalmente (Nehemías 6:2); en vez de dejar que lo lleven a un lugar donde se quedaría vulnerable, persevera en la obra a que Dios le ha mandado (Nehemías 6:3-4). Aun cuando Sanbalat le acusa de rebelión, persevera en la obra sin desviar ni a la derecha ni a la izquierda (Nehemías 6:5-8).
7) Los enemigos dicen que no van a poder terminar la obra (Nehemías 6:9); Nehemías ora y pide fortalecimiento, parecido a como Moisés hizo: Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros, y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros; sí, la obra de nuestras manos confirma (Salmo 90:17; véase el final de Nehemías 6:9).
8) Por el soborno de un enemigo, uno le “revela” un plan de asesinar a Nehemías y con urgencia le ofrece acompañarlo a esconderse en el templo (Nehemías 6:10, 12). Nehemías reconoce que el esconderse en el templo dejaría la impresión de que es culpable de algún crimen digno de muerte y no lo hace (Nehemías 6:11, 13).
9) Hay propaganda para elevar la popularidad de sus enemigos y cartas privadas para atemorizarlo (Nehemías 6:19); Nehemías persevera en la obra.
Y note que en medio de todos estos desafíos, la obra que empezó con oración también mantiene en oración; como ningún otro autor de la Biblia hasta esta parte de nuestra lectura, a Nehemías se le salen oraciones en medio de su narrativa (Nehemías 4:4-5; 5:19; 6:14). Es un hombre de convicciones fuertes y acciones decisivas que a la vez depende en Jehová en todos los detalles de su obra. Y a pesar de todos los obstáculos y las amenazas que tuvo que enfrentar: Fue terminado, pues, el muro, el veinticinco del mes de Elul, en cincuenta y dos días. Y cuando lo oyeron todos nuestros enemigos, temieron todas las naciones que estaban alrededor de nosotros, y se sintieron humillados, y conocieron que por nuestro Dios había sido hecha esta obra (Nehemías 6:15-16). La vergüenza con que querían humillar a los israelitas ahora se ha caído sobre sus cabezas. Jehová ha vindicado a Nehemías y su pueblo.
La oposición a la reconstrucción del muro viene de varias formas, y Nehemías responde a cada una sabiamente:
1) Se expresan enojo y menosprecio las autoridades que no tienen parte en Israel (Nehemías 4:1-3).
Responde Nehemías en una oración que reconoce su enemistad contra Jehová y pide que su justicia se manifieste: Oye, oh Dios nuestro, que somos objeto de su menosprecio, y vuelve el baldón de ellos sobre su cabeza, y entrégalos por despojo en la tierra de su cautiverio. No cubras su iniquidad, ni su pecado sea borrado delante de ti, porque se airaron contra los que edificaban (Nehemías 4:4-5). Esta oración de execración les hace sentir incómodos a algunos lectores hoy. Tenemos que guardar en mente la gravedad del pecado de menospreciar a los que tienen una fe humilde y obediente a Jehová: Cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar (Mateo 18:6). También note que al escarnecer al pueblo de Jehová y su obra, Sanbalat y Tobías escarnecen a su Dios también; mientras Nehemías y los israelitas desean vivir en paz con ellos, dejan lugar a la ira de Dios (Romanos 12:18-19).
2) Los enemigos hacen planes para atacar a Jerusalén (Nehemías 4:8); de nuevo, Nehemías responde en oración y acción: Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda contra ellos de día y de noche (Nehemías 4:9). Trabajan armados, preparan una alarma si son atacados, y se ponen en posiciones ambos para la construcción y la defensa.
3) La plática diaria se queja de la dificultad de la obra (Nehemías 4:10) y un ataque de sorpresa que no podrán resistir (Nehemías 4:11-12). Entonces Nehemías los organiza por familias – cada uno trabajará con diligencia y luchará si es necesario por los suyos. No hay lugar a donde huir y esconderse; los a quienes más le importan a uno están en riesgo también: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas (Nehemías 4:14).
4) Hay conflictos entre ellos por la opresión económica. Algunos han empeñado sus tierras y aun a sus hijos para comprar comida o pagar los impuestos y ya no tienen los medios de producción para sacarlos del empeño (Nehemías 5:1-5). Aunque está enojado, Nehemías medita su respuesta y les hace ver la hipocresía de este servidumbre: Nosotros según nuestras posibilidades rescatamos a nuestros hermanos judíos que habían sido vendidos a las naciones; ¿y vosotros vendéis aun a vuestros hermanos, y serán vendidos a nosotros? Y callaron, pues no tuvieron qué responder (Nehemías 5:8). ¿Cómo podrán justificar el vender a sus hermanos a la servidumbre cuando todo su esfuerzo en la vuelta del exilio es librarles de la servidumbre? ¿Qué gloria habrá en esto delante de las naciones enemigas? (Nehemías 5:9) En cambio, que les presten lo que necesitan sin cobrarles intereses y que les devuelvan los medios de producción para que sean prosperados y tengan con qué devolver lo prestado (Nehemías 5:10-11). Su resolución anima mucho a la multitud (Nehemías 5:13).
5) Tiene que enfrentar la mala herencia de los primeros gobernadores y el desánimo que habrá causado (Nehemías 5:15). Responde por ser un ejemplo de la diligencia y la generosidad y por no cobrar lo que legítimamente puede recibir del pueblo (Nehemías 5:14, 16-18).
6) Los enemigos quieren atacar a Nehemías personalmente (Nehemías 6:2); en vez de dejar que lo lleven a un lugar donde se quedaría vulnerable, persevera en la obra a que Dios le ha mandado (Nehemías 6:3-4). Aun cuando Sanbalat le acusa de rebelión, persevera en la obra sin desviar ni a la derecha ni a la izquierda (Nehemías 6:5-8).
7) Los enemigos dicen que no van a poder terminar la obra (Nehemías 6:9); Nehemías ora y pide fortalecimiento, parecido a como Moisés hizo: Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros, y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros; sí, la obra de nuestras manos confirma (Salmo 90:17; véase el final de Nehemías 6:9).
8) Por el soborno de un enemigo, uno le “revela” un plan de asesinar a Nehemías y con urgencia le ofrece acompañarlo a esconderse en el templo (Nehemías 6:10, 12). Nehemías reconoce que el esconderse en el templo dejaría la impresión de que es culpable de algún crimen digno de muerte y no lo hace (Nehemías 6:11, 13).
9) Hay propaganda para elevar la popularidad de sus enemigos y cartas privadas para atemorizarlo (Nehemías 6:19); Nehemías persevera en la obra.
Y note que en medio de todos estos desafíos, la obra que empezó con oración también mantiene en oración; como ningún otro autor de la Biblia hasta esta parte de nuestra lectura, a Nehemías se le salen oraciones en medio de su narrativa (Nehemías 4:4-5; 5:19; 6:14). Es un hombre de convicciones fuertes y acciones decisivas que a la vez depende en Jehová en todos los detalles de su obra. Y a pesar de todos los obstáculos y las amenazas que tuvo que enfrentar: Fue terminado, pues, el muro, el veinticinco del mes de Elul, en cincuenta y dos días. Y cuando lo oyeron todos nuestros enemigos, temieron todas las naciones que estaban alrededor de nosotros, y se sintieron humillados, y conocieron que por nuestro Dios había sido hecha esta obra (Nehemías 6:15-16). La vergüenza con que querían humillar a los israelitas ahora se ha caído sobre sus cabezas. Jehová ha vindicado a Nehemías y su pueblo.