Números 22 - 24
En resumen:
La llegada de los israelitas a la frontera de la tierra prometida despierta no sólo una guerra física sino una espiritual también.
La llegada de los israelitas a la frontera de la tierra prometida despierta no sólo una guerra física sino una espiritual también.
En más detalle:
En la lectura para hoy tenemos un cambio fascinante de perspectiva. Desde las palabras de Faraón en los primeros capítulos de Éxodo y la visita de Jetro, el suegro de Moisés, en Éxodo 18, no hemos visto ninguna perspectiva extranjera extendida sobre Israel. Casi toda nuestra atención por el último mes se ha enfocado en temas israelitas dentro de Israel. De repente hoy miramos a Israel desde afuera por tres capítulos. Y nos enseña que Jehová es soberano sobre las naciones y comprometido por completo a bendecir a Israel.
Y como esta lectura aparece después de tantas sobre el culto israelita, también nos da una perspectiva fascinante sobre las religiones de los vecinos de Israel. Por las tentativas de Balac de maldecir a Israel, vemos una religión centrada en los deseos del ser humano, una que intenta a manipular bendiciones y maldiciones por la magia. Después de leer tanto sobre la santidad de Jehová, nos sorprenden las tentativas de mover una palanca espiritual por las palabras mágicas de un hombre espiritual de renombre, por presentar los sacrificios en los lugares geográficos correctos, por la insistencia en ganar lo que uno quiere. Por parte de Balaam nos sorprende la religión de venta, un líder espiritual que quiere ser manipulado por el dinero y la fama. Su religión es hueca, vana y desesperada en comparación con todo lo que hemos leído sobre el tabernáculo y una relación viva y santa con Jehová. Y esta es precisamente la lección que necesitan recordar los israelitas por sus generaciones.
Y como esta lectura aparece después de tantas sobre el culto israelita, también nos da una perspectiva fascinante sobre las religiones de los vecinos de Israel. Por las tentativas de Balac de maldecir a Israel, vemos una religión centrada en los deseos del ser humano, una que intenta a manipular bendiciones y maldiciones por la magia. Después de leer tanto sobre la santidad de Jehová, nos sorprenden las tentativas de mover una palanca espiritual por las palabras mágicas de un hombre espiritual de renombre, por presentar los sacrificios en los lugares geográficos correctos, por la insistencia en ganar lo que uno quiere. Por parte de Balaam nos sorprende la religión de venta, un líder espiritual que quiere ser manipulado por el dinero y la fama. Su religión es hueca, vana y desesperada en comparación con todo lo que hemos leído sobre el tabernáculo y una relación viva y santa con Jehová. Y esta es precisamente la lección que necesitan recordar los israelitas por sus generaciones.