Proverbios 11 - 13
En resumen:
El justo aprende a manejar la lengua, el trabajo y los bienes materiales para bendición y prosperidad mas el necio se endurece en la soberbia hasta su destrucción.
El justo aprende a manejar la lengua, el trabajo y los bienes materiales para bendición y prosperidad mas el necio se endurece en la soberbia hasta su destrucción.
En más detalle:
¿En qué busca usted la seguridad? ¿Cómo vive diariamente para tener la estabilidad, para edificar una vida que permanece?
El libro de Proverbios contesta a gritos – la única fundación segura a la vida se encuentra en la justicia, en vivir diariamente de acuerdo con el dominio justo de Jehová.
Por ejemplo, entre los proverbios de la lectura para hoy encontramos que la vida segura y estable en esta tierra se basa en si uno anda en integridad o no: La integridad de los rectos los encaminará; pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos (Proverbios 11:3). Como la justicia conduce a la vida, así el que sigue el mal lo hace para su muerte (Proverbios 11:19). El hombre no se afirmará por medio de la impiedad; mas la raíz de los justos no será removida (Proverbios 12:3). Pero, ¿qué hacen específicamente los justos para encontrar esa estabilidad?
1) Valoran más la rectitud que las riquezas: El peso falso es abominación a Jehová; mas la pesa cabal le agrada (Proverbios 11:1). No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; mas la justicia librará de muerte (Proverbios 11:4). El que confía en sus riquezas caerá; mas los justos reverdecerán como ramas (Proverbios 11:28).
2) Por eso ponen más prioridad en la compasión que en aumentar los ingresos: Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza. El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado (Proverbios 11:24-25). Están dispuestos a bendecir a los demás a su propia expensa: Al que acapara el grano, el pueblo lo maldecirá; pero bendición será sobre la cabeza del que lo vende (Proverbios 11:26).
3) Valoran a los demás a tal punto que están listos a sufrir la ofensa para andar en paz y armonía con ellos. El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; mas el hombre prudente calla (Proverbios 11:12). El necio al punto da a conocer su ira; mas el que no hace caso de la injuria es prudente (Proverbios 12:16).
4) A la vez, manejan la lengua para que sea de bendición a los demás, no para herirlos y avanzar su propia agenda: El que anda en chismes descubre el secreto; mas el de espíritu fiel lo guarda todo (Proverbios 11:13). Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; mas la lengua de los sabios es medicina (Proverbios 12:18). La congoja en el corazón del hombre lo abate; mas la buena palabra lo alegra (Proverbios 12:25). El justo sirve de guía a su prójimo; mas el camino de los impíos les hace errar (Proverbios 12:26).
5) En su trabajo diario se enfocan en cumplir con diligencia las responsabilidades que tienen por delante, no en la mera satisfacción con lo que ya tienen ni en los sueños de lo que les gustaría tener: El que labra su tierra se saciará de pan; mas el que sigue a los vagabundos es falto de entendimiento (Proverbios 12:11). La mano de los diligentes señoreará; mas la negligencia será tributaria (Proverbios 12:24). El indolente ni aun asará lo que ha cazado; pero haber precioso del hombre es la diligencia (Proverbios 12:27). El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será prosperada (Proverbios 13:4). Las riquezas de vanidad disminuirán; pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta (Proverbios 13:11).
6) Sobre todo, los justos están dispuestos a recibir los consejos y las reprensiones de los demás: Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; mas en la multitud de consejeros hay seguridad (Proverbios 11:14). El que ama la instrucción ama la sabiduría; mas el que aborrece la reprensión es ignorante (Proverbios 12:1). El hijo sabio recibe el consejo del padre; mas el burlador no escucha las reprensiones (Proverbios 13:1). El que menosprecia el precepto perecerá por ello; mas el que teme el mandamiento será recompensado (Proverbios 13:13). Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; mas el que guarda la corrección recibirá honra (Proverbios 13:18).
Como hemos visto, la recompensa por estas acciones y actitudes no viene por accidente ni por leyes impersonales que guían el universo sino por el justo juicio de Jehová: Dios trastornará a los impíos, y no serán más; pero la casa de los justos permanecerá firme (Proverbios 12:7). Por el hecho de que guardamos estas actitudes delante de los ojos de Jehová, la sabiduría nos puede decir: Ciertamente el justo será recompensado en la tierra; ¡cuánto más el impío y el pecador! (Proverbios 11:31)
¿En qué busca usted la seguridad? ¿Cómo vive diariamente para tener la estabilidad, para edificar una vida que permanece?
El libro de Proverbios contesta a gritos – la única fundación segura a la vida se encuentra en la justicia, en vivir diariamente de acuerdo con el dominio justo de Jehová.
Por ejemplo, entre los proverbios de la lectura para hoy encontramos que la vida segura y estable en esta tierra se basa en si uno anda en integridad o no: La integridad de los rectos los encaminará; pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos (Proverbios 11:3). Como la justicia conduce a la vida, así el que sigue el mal lo hace para su muerte (Proverbios 11:19). El hombre no se afirmará por medio de la impiedad; mas la raíz de los justos no será removida (Proverbios 12:3). Pero, ¿qué hacen específicamente los justos para encontrar esa estabilidad?
1) Valoran más la rectitud que las riquezas: El peso falso es abominación a Jehová; mas la pesa cabal le agrada (Proverbios 11:1). No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; mas la justicia librará de muerte (Proverbios 11:4). El que confía en sus riquezas caerá; mas los justos reverdecerán como ramas (Proverbios 11:28).
2) Por eso ponen más prioridad en la compasión que en aumentar los ingresos: Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza. El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado (Proverbios 11:24-25). Están dispuestos a bendecir a los demás a su propia expensa: Al que acapara el grano, el pueblo lo maldecirá; pero bendición será sobre la cabeza del que lo vende (Proverbios 11:26).
3) Valoran a los demás a tal punto que están listos a sufrir la ofensa para andar en paz y armonía con ellos. El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo; mas el hombre prudente calla (Proverbios 11:12). El necio al punto da a conocer su ira; mas el que no hace caso de la injuria es prudente (Proverbios 12:16).
4) A la vez, manejan la lengua para que sea de bendición a los demás, no para herirlos y avanzar su propia agenda: El que anda en chismes descubre el secreto; mas el de espíritu fiel lo guarda todo (Proverbios 11:13). Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; mas la lengua de los sabios es medicina (Proverbios 12:18). La congoja en el corazón del hombre lo abate; mas la buena palabra lo alegra (Proverbios 12:25). El justo sirve de guía a su prójimo; mas el camino de los impíos les hace errar (Proverbios 12:26).
5) En su trabajo diario se enfocan en cumplir con diligencia las responsabilidades que tienen por delante, no en la mera satisfacción con lo que ya tienen ni en los sueños de lo que les gustaría tener: El que labra su tierra se saciará de pan; mas el que sigue a los vagabundos es falto de entendimiento (Proverbios 12:11). La mano de los diligentes señoreará; mas la negligencia será tributaria (Proverbios 12:24). El indolente ni aun asará lo que ha cazado; pero haber precioso del hombre es la diligencia (Proverbios 12:27). El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será prosperada (Proverbios 13:4). Las riquezas de vanidad disminuirán; pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta (Proverbios 13:11).
6) Sobre todo, los justos están dispuestos a recibir los consejos y las reprensiones de los demás: Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; mas en la multitud de consejeros hay seguridad (Proverbios 11:14). El que ama la instrucción ama la sabiduría; mas el que aborrece la reprensión es ignorante (Proverbios 12:1). El hijo sabio recibe el consejo del padre; mas el burlador no escucha las reprensiones (Proverbios 13:1). El que menosprecia el precepto perecerá por ello; mas el que teme el mandamiento será recompensado (Proverbios 13:13). Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; mas el que guarda la corrección recibirá honra (Proverbios 13:18).
Como hemos visto, la recompensa por estas acciones y actitudes no viene por accidente ni por leyes impersonales que guían el universo sino por el justo juicio de Jehová: Dios trastornará a los impíos, y no serán más; pero la casa de los justos permanecerá firme (Proverbios 12:7). Por el hecho de que guardamos estas actitudes delante de los ojos de Jehová, la sabiduría nos puede decir: Ciertamente el justo será recompensado en la tierra; ¡cuánto más el impío y el pecador! (Proverbios 11:31)