Proverbios 14 - 16
En resumen:
El sabio dirige su vida en conformidad con la justicia de Jehová y por eso, se encuentra bajo su protección en tiempos difíciles; el necio confía en su propia inteligencia y se encuentra bajo la ira de su Creador.
El sabio dirige su vida en conformidad con la justicia de Jehová y por eso, se encuentra bajo su protección en tiempos difíciles; el necio confía en su propia inteligencia y se encuentra bajo la ira de su Creador.
En más detalle:
Mientras lee los proverbios, note que la seguridad que disfruta el sabio viene por su sumisión a la justicia de Jehová: El que camina en su rectitud teme a Jehová; mas el de caminos pervertidos lo menosprecia (Proverbios 14:2).
Esta seguridad va a disfrutar a largo plazo: En el temor de Jehová está la fuerte confianza; y esperanza tendrán sus hijos (Proverbios 14:26).
Su sumisión a la justicia de Jehová lo alimenta y lo protege: El temor de Jehová es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte (Proverbios 14:27).
El sabio reconoce que toda su vida está a la vista de Jehová: Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos (Proverbios 15:3). Reconoce que la bendición o la maldición viene como recompensa por su vida a la vista de Jehová: Abominación es a Jehová el camino del impío; mas él ama al que sigue justicia (Proverbios 15:9). Aun sus pensamientos más personales serán juzgados por Jehová: El Seol y el Abadón están delante de Jehová; ¡cuánto más los corazones de los hombres! (Proverbios 15:11).
Lejos de ser un Juez apartado, Jehová se acerca y se relaciona personalmente con el sabio: Jehová está lejos de los impíos; pero él oye la oración de los justos (Proverbios 15:29). Por el temor de Jehová, el sabio reconoce que el juicio de Jehová supera al suyo propio: Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; pero Jehová pesa los espíritus (Proverbios 16:2). Mientras los impíos tienen una prosperidad aparente, el sabio se da cuenta de que su prosperidad no va a durar: Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo, y aun al impío para el día malo. Abominación es a Jehová todo altivo de corazón; ciertamente no quedará impune (Proverbios 16:4-5). En cambio, el sabio se gozará de bendiciones que superan sus expectativas: Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos hace estar en paz con él (Proverbios 16:7).
Pero note que la seguridad del sabio que viene por someterse a la justicia de Jehová no significa que tendrá una vida sin dificultades. Al contrario, todavía tendrá que enfrentar la muerte: Por su maldad será lanzado el impío; mas el justo en su muerte tiene esperanza (Proverbios 14:32). Tendrá que sufrir la corrección y la disciplina: El necio menosprecia el consejo de su padre; mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente (Proverbios 15:5). Puede pasar por escasez o pobreza: Mejor es lo poco con el temor de Jehová, que el gran tesoro donde hay turbación. Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de buey engordado donde hay odio (Proverbios 15:16-17). Puede ser que le toca sufrir la viudez: Jehová asolará la casa de los soberbios; pero afirmará la heredad de la viuda (Proverbios 15:25). Tendrá que enfrentar tentaciones como la del soborno: Alborota su casa el codicioso; mas el que aborrece el soborno vivirá (Proverbios 15:27). Será tentado por toda clase de maldad: Con misericordia y verdad se corrige el pecado, y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal (Proverbios 16:6). Va a tener enemigos: Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos hace estar en paz con él (Proverbios 16:7). Aún le amenaza la muerte por la ira del rey: La ira del rey es mensajero de muerte; mas el hombre sabio la evitará (Proverbios 16:14). También le amenazan el hombre perverso, el chismoso y el hombre malo que lisonjea (Proverbios 16:27-29). Pero como vemos por estos mismos proverbios, en cada una de las dificultades y las tribulaciones del justo, Jehová lo protege, provee, lo corrige en amor, lo confirma, calma sus ansiedades, apaga las amenazas y le da vida que supera la muerte (Proverbios 14:32).
El punto clave es que el sabio, a pesar de sus dificultades, desconfía de su propia inteligencia para confiar en la palabra de Jehová. Por eso es bienaventurado: El entendido en la palabra hallará el bien, y el que confía en Jehová es bienaventurado (Proverbios 16:20).
Mientras lee los proverbios, note que la seguridad que disfruta el sabio viene por su sumisión a la justicia de Jehová: El que camina en su rectitud teme a Jehová; mas el de caminos pervertidos lo menosprecia (Proverbios 14:2).
Esta seguridad va a disfrutar a largo plazo: En el temor de Jehová está la fuerte confianza; y esperanza tendrán sus hijos (Proverbios 14:26).
Su sumisión a la justicia de Jehová lo alimenta y lo protege: El temor de Jehová es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte (Proverbios 14:27).
El sabio reconoce que toda su vida está a la vista de Jehová: Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos (Proverbios 15:3). Reconoce que la bendición o la maldición viene como recompensa por su vida a la vista de Jehová: Abominación es a Jehová el camino del impío; mas él ama al que sigue justicia (Proverbios 15:9). Aun sus pensamientos más personales serán juzgados por Jehová: El Seol y el Abadón están delante de Jehová; ¡cuánto más los corazones de los hombres! (Proverbios 15:11).
Lejos de ser un Juez apartado, Jehová se acerca y se relaciona personalmente con el sabio: Jehová está lejos de los impíos; pero él oye la oración de los justos (Proverbios 15:29). Por el temor de Jehová, el sabio reconoce que el juicio de Jehová supera al suyo propio: Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; pero Jehová pesa los espíritus (Proverbios 16:2). Mientras los impíos tienen una prosperidad aparente, el sabio se da cuenta de que su prosperidad no va a durar: Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo, y aun al impío para el día malo. Abominación es a Jehová todo altivo de corazón; ciertamente no quedará impune (Proverbios 16:4-5). En cambio, el sabio se gozará de bendiciones que superan sus expectativas: Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos hace estar en paz con él (Proverbios 16:7).
Pero note que la seguridad del sabio que viene por someterse a la justicia de Jehová no significa que tendrá una vida sin dificultades. Al contrario, todavía tendrá que enfrentar la muerte: Por su maldad será lanzado el impío; mas el justo en su muerte tiene esperanza (Proverbios 14:32). Tendrá que sufrir la corrección y la disciplina: El necio menosprecia el consejo de su padre; mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente (Proverbios 15:5). Puede pasar por escasez o pobreza: Mejor es lo poco con el temor de Jehová, que el gran tesoro donde hay turbación. Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de buey engordado donde hay odio (Proverbios 15:16-17). Puede ser que le toca sufrir la viudez: Jehová asolará la casa de los soberbios; pero afirmará la heredad de la viuda (Proverbios 15:25). Tendrá que enfrentar tentaciones como la del soborno: Alborota su casa el codicioso; mas el que aborrece el soborno vivirá (Proverbios 15:27). Será tentado por toda clase de maldad: Con misericordia y verdad se corrige el pecado, y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal (Proverbios 16:6). Va a tener enemigos: Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos hace estar en paz con él (Proverbios 16:7). Aún le amenaza la muerte por la ira del rey: La ira del rey es mensajero de muerte; mas el hombre sabio la evitará (Proverbios 16:14). También le amenazan el hombre perverso, el chismoso y el hombre malo que lisonjea (Proverbios 16:27-29). Pero como vemos por estos mismos proverbios, en cada una de las dificultades y las tribulaciones del justo, Jehová lo protege, provee, lo corrige en amor, lo confirma, calma sus ansiedades, apaga las amenazas y le da vida que supera la muerte (Proverbios 14:32).
El punto clave es que el sabio, a pesar de sus dificultades, desconfía de su propia inteligencia para confiar en la palabra de Jehová. Por eso es bienaventurado: El entendido en la palabra hallará el bien, y el que confía en Jehová es bienaventurado (Proverbios 16:20).