Que Dios nos ayude a cada uno de nosotros, los pastores y los ancianos, a dar un buen testimonio diario al rebaño numeroso y variado del Señor.
Algo impresionante en estos capítulos es la variedad de la gente a que Timoteo pastorea. Incluye a ancianos y a jóvenes, a padres y a madres, a jovencitas y a viudas. Hay pobres y ricos, gente que finge la necesidad y gente que de veras la sufren. Trabaja entre gente responsable en criar a sus hijos y gente que no. Pastorea a esclavos y a amos. ¿Y su responsabilidad entre tantos? El amarlos, claro; y ser ejemplo en la fe a todos por enseñarles la palabra del Señor y vivir en pureza, de acuerdo con lo que enseña: Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato, que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo (1 Timoteo 6:13-14).
Que Dios nos ayude a cada uno de nosotros, los pastores y los ancianos, a dar un buen testimonio diario al rebaño numeroso y variado del Señor.
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AutorRev. Ken Kytle, pastor de la Iglesia bautista La fe en Cristo cerca de Atlanta, Georgia, EEUU. Archivos
Abril 2014
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