Pero no quiere decir que es un libro no entendible. Al contrario: el apóstol Juan no escribió Apocalipsis sólo para gente con credenciales académicos impresionantes sino para gente común y corriente, gente sin educación formal en muchos casos. Así que creo firmemente que cualquier lector cristiano puede leer el libro de Apocalipsis, entender su mensaje principal y recibir provecho y crecimiento espiritual por las muchas lecciones que presenta.
Por eso, antes de tratar del libro mismo, deseo presentar un factor fundamental que, en mi opinión, determina si su lectura del libro de Apocalipsis va a ser para bendición o para confusión: Si leemos Apocalipsis como si Juan lo hubiera escrito principalmente para los lectores de nuestro siglo… es decir, si entendemos que Juan escribió los primeros tres o cinco capítulos de Apocalipsis para la gente de su época, pero que luego escribió capítulos 6 en adelante principalmente para nosotros que milenios después íbamos a estar presentes en la generación de la segunda venida de Jesucristo, creo que vamos a equivocarnos grandemente en nuestra interpretación del libro.
Para decirlo de otra forma, si leemos Apocalipsis como si fuera escrito primero que todo para interpretar las noticias internacionales del siglo 21 (¿qué papel tendrá Rusia / China / Europa / quien sea en los tiempos finales? ¿Cómo interpretamos los eventos de hoy del Medio Oriente? ¿De dónde viene el anticristo, y quiénes son los candidatos principales en el escenario internacional hoy?), creo que estamos a gran distancia de lo que el Espíritu intentó a comunicarnos por el libro.
En cambio, si entendemos que Juan escribió no sólo los primeros 5 capítulos sino todo el libro para los creyentes de su generación y aún más específicamente, para las siete iglesias que nombra al principio de la carta, creo que estamos en buen camino para entender su mensaje ambos para ellos y para nosotros en nuestra generación.
De hecho, ¿no es ésta la forma en que hemos leído toda la Biblia? Desde Génesis en adelante, enfocamos en lo que dice el texto e intentamos a entenderlo primero según lo que habrían entendido los lectores de su época. Luego, llegamos a observaciones para nosotros en nuestra época con la revelación completa del Nuevo Testamento. Según mi manera de ver, no tiene sentido leer la Biblia de una forma por toda la carrera larga de un año para luego, en los últimos pasos, abandonarla para una forma muy insegura que pone en primer lugar los eventos modernos como si Juan fuera un periodista muy imaginativo del siglo 21.
Dicho esto, vamos al libro mismo. Encontramos al autor inspirado, Juan, en la isla de Patmos en Apocalipsis 1:9. No está de vacaciones en una bella isla griega; Patmos en ese entonces era una colonia / cárcel donde el emperador romano mandaba a los criminales del estado para trabajar duro en las minas. Por eso Juan, ya un hombre de edad, pudo hacer referencia a su exilio y encarcelamiento y decir: Yo Juan, vuestro hermano, y coparticipe vuestro en la tribulación (Apocalipsis 1:9). La palabra “tribulación” va a ser muy importante en este libro. La encontramos una y otra y otra vez para describir el sufrimiento y la persecución que van a padecer los creyentes. Note bien: los creyentes sufren tribulación. Otra palabra distinta es “ira” en referencia a la ira de Dios. Los incrédulos van a sufrir la ira de Dios. Los creyentes no sufren en ningún momento la ira de Dios, pero sí, sufren mucha tribulación. Y el primer ejemplo es el apóstol mismo que escribió el libro.
Pero Juan no es solamente coparticipe en la tribulación sino: en el reino y en la paciencia de Jesucristo (Apocalipsis 1:9). “En el reino” – su exilio y castigo por el imperio romano no lo define; es ciudadano del reino de los cielos, específicamente del reino de Jesucristo. Aun la vergüenza del encarcelamiento no puede quitarle los honores y las bendiciones que son suyos por su nuevo nacimiento en el reino de Jesucristo. Es parte de un reino que supera aún el de Roma. “Y en la paciencia” – igual como todos los creyentes esperan la segunda venida de Jesucristo, Juan también. Aun cuando el tiempo de espera incluye tribulaciones, espera pacientemente la venida segura de su Señor.
Juan escribe cartas y el libro entero a siete iglesias nombradas en capítulos 2 y 3. No son iglesias simbólicas que representan edades diferentes ni nada de ese estilo; son iglesias verdaderas, iguales como las a quienes Pablo escribió en Roma, Corinto, Galacia, etc. Están en orden geográfico según el camino del correo de la época. Juan las escribe una por una, y quiere que cada una se entere de las cartas a las demás; por eso termina las cartas con: El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias [plural] (Apocalipsis 2:7, 11, 17, 29; 3:6, 13, 22). Felicita a las iglesias por lo que hacen bien y las reprende por lo que no. Encuentra algo de reprender en cinco de las siete, en una no encuentra nada digno de alabanza, y a todas las siete les anima a perseverar en lo bueno hasta vencer. Estas siete cartas retratan una situación preocupante: la mayoría no están preparadas por la tribulación que está a punto de estallar encima. Por eso Jesucristo mismo por su apóstol les manda que se arrepientan, les urge a perseverar, les promete bendiciones al que vence y les revela en visiones y símbolos emocionantes e inolvidables lo que les va a suceder, ambos en tribulación y en su victoria final.
Por eso podemos leer Apocalipsis 12:10-12 como un pasaje clave para entender todo el libro: Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo (Apocalipsis 12:10-12).
Note estas observaciones de Apocalipsis 12:10-12 que son importantes para entender todo el libro:
1) Jesucristo ganó la victoria sobre Satanás por su muerte en la cruz. Así vemos en las primeras palabras de celebración: Ahora ha venido la salvación (o rescate), el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo (Apocalipsis 12:10). Y esta victoria tiene enlace con la sangre del Cordero, Jesucristo, por su muerte en la cruz (Apocalipsis 12:11).
2) Los creyentes compartimos esta victoria con Jesucristo por medio de la sangre del Cordero (Apocalipsis 12:11). Somos perdonados y justificados delante de Dios por la fe en la sangre de Jesucristo, tal como leímos en Romanos 3:25 y en tantas otras partes del Nuevo Testamento. Nuestro acusador ya no puede acusarnos delante de Dios día y noche; ni tiene lugar en los cielos ahora (Apocalipsis 12:10).
3) Nuestra victoria no es simplemente pasiva; entramos en ataque también: Ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos (Apocalipsis 12:11). Es decir, la fe en la sangre de Jesucristo nos ha dado la victoria sobre nuestro acusador, pero también proclamamos esta victoria por anunciar el evangelio / las buenas noticias sobre Jesucristo, dando testimonio por la palabra y por nuestra forma de vivir de acuerdo con el evangelio del poder de Jesucristo para salvar.
4) El vivir y proclamar esta victoria nos puede costar la vida terrenal: Menospreciaron sus vidas hasta la muerte (Apocalipsis 12:11). Pero la victoria por la sangre de Cristo Jesús y su proclamación es de aún más valor que nuestras propias vidas porque nos damos cuenta de acuerdo con el apóstol Pablo: Nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas (Filipenses 3:20-21). Jesús es el Señor, y así hablamos y vivimos a pesar de cualquier amenaza.
5) La victoria de Jesucristo por la cruz es motivo de gran celebración, y Él es digno de adoración: Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos (Apocalipsis 12:12). Algunos de los momentos más impresionantes del libro de Apocalipsis son las escenas de adoración en el cielo donde el Cordero ocupa el lugar central junto con nuestro Padre celestial, como en Apocalipsis 5:13. Juan los retrata para despertar en nosotros la adoración igual como las huestes celestiales adoran al Cordero y al que está sentado en el trono.
6) La derrota de Satanás despierta una tribulación horrible para los creyentes: ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! (Apocalipsis 12:12) Los creyentes no vamos a sufrir la ira de Dios, pero sí la ira de Satanás: Porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira (Apocalipsis 12:12). ¡Ahora podemos entender la urgencia con que Jesucristo comunica a las siete iglesias que se arrepientan y perseveren! Pronto van a entrar en tribulación, y necesitan una fe y esperanza firmes para poder vencer a su enemigo.
7) Aún este ataque diabólico está bajo la soberanía y el control completo de nuestro Dios: Sabiendo [el diablo] que tiene poco tiempo (Apocalipsis 12:12). Esta tribulación horrible tiene límite. Igual como leímos en el libro de Job, Satanás sólo puede hacer daño hasta el punto que Dios le da permiso, que en este caso también es “poco tiempo”. Y Dios permite la tribulación por la madurez nuestra y por su gloria, como nos dice el apóstol Pedro: En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo (1 Pedro 1:6-7).
Así que si nos acordamos de la tribulación que sufre Juan en Apocalipsis 1:9, de la condición espiritual de las siete iglesias a que escribió Juan en capítulos 2 y 3, si estamos de acuerdo de que no sólo las cartas sino todo el libro fue escrito primero que todo para estas siete iglesias y luego para nosotros también, si entendemos en la descripción de Apocalipsis 12:10-12 siete puntos básicos para ayudarnos a comprender el libro, creo que tenemos una buena fundación, no sólo para entender el libro de Apocalipsis sino para ser fortalecidos en nuestra fe y esperanza en Cristo Jesús también.