“Estando yo en medio de los cautivos” – Ezequiel fue llevado a Babilonia en la segunda ola del exilio descrito en 2 Reyes 24:8-17 y 2 Crónicas 36:9-10. Parecen malditos porque perdieron las casas, los bienes y los privilegios que tuvieron en Jerusalén para empezar todo de nuevo en el exilio mientras otros, menos preparados, tomaron sus lugares en Jerusalén. Pero en la profecía de Jeremías sobre los higos buenos y los higos malos (Jeremías 24), Jehová revela que este grupo de exiliados es la cesta buena… no porque son buenos en sí sino por la gracia de Jehová, por el que dijo: Como a estos higos buenos, así miraré a los transportados de Judá, a los cuales eché de este lugar a la tierra de los caldeos, para bien (Jeremías 24:5). Y como otra manifestación más de su misericordia, Jehová ahora levanta a un profeta verdadero en medio de ellos después de 5 años en el
exilio.
“Junto al río Quebar” – Era en realidad un canal de irrigación del río Éufrates, lejos de la tierra prometida y Jerusalén. ¡Qué Dios tan maravilloso que aún no se olvida de los suyos cuando están muy lejos de sus lugares de origen!
“los cielos se abrieron, y vi visones de Dios… vino palabra de Jehová al sacerdote Ezequiel…vino allí sobre él la mano de Jehová.” Por tres expresiones diferentes en versículos 1 a 3 se introduce la visión y su llamado a ser profeta; por las tres vemos que no hay duda de que sus profecías provienen de Jehová por su gracia. Ezequiel no será como los profetas falsos que se levantaron entre los
exiliados, de quienes Jeremías tuvo que advertir a los exiliados en Jeremías
29:8-10, 20-32.
Luego en Ezequiel 1 se describe una de las visiones más extrañas de
toda la Biblia. Si no la entiende, no se preocupe; ¡tampoco la entiende Ezequiel! Por eso intenta a capturar cada detalle visual y de movimiento, y varias veces se expresa por comparaciones (“como carbones de fuego encendidos” (v. 13); “como rueda en medio de rueda” (v. 16); “como parece el arco iris” (v. 28); etc.)
La identidad y la función de este objeto celestial van a ser más evidentes cuando vuelva a aparecer, especialmente en el capítulo 10. Mientras tanto, comparta la maravilla y el asombro del profeta escogido por Jehová en estos tres capítulos.