Para identificar la mano de Jehová en todo esto, notemos primero todas las referencias a Jehová Dios en Jueces 20 – 21:
Jueces 20:1-2 (donde los israelitas menos Benjamín se identifican con Jehová);
Jueces 20:18 (donde Jehová manda que Judá sea el primero en subir a atacar a Benjamín);
Jueces 20:23 (donde Jehová les manda que suban a pelear una segunda vez);
Jueces 20:26-28 (donde Jehová les manda que suban una tercera vez y les dará la victoria);
Jueces 20:35 (donde dice claramente: Derrotó Jehová a Benjamín delante de Israel);
Jueces 21:2-4 (donde le lamentan a Jehová lo que ha pasado a Benjamín, pero no menciona ninguna respuesta de Jehová);
Jueces 21:5, 7-8 (en referencia a la reunión en Mizpa y su voto);
Jueces 21:15 (donde dice: Jehová había abierto una brecha entre las tribus de Israel);
Jueces 21:19 (a la fiesta solemne de Jehová en Silo).
Por Jueces 20:35 (apoyado por sus direcciones en Jueces 20 y por 21:15) podemos decir con seguridad que Jehová peleó contra Benjamín igual como peleó contra los cananeos en el libro de Josué. Pero si es así, ¿por qué murieron tantos israelitas? ¿Por qué no ganaron una victoria completa el primer día?
Creo que será útil preguntar: ¿A qué eventos en la historia de Israel se parece esta guerra contra Benjamín? Si miramos detalles como la derrota seguida por victoria, le emboscada exitosa y más, tal vez respondemos: la batalla de Hai en Josué 7. Pero a Jueces 20 – 21 le falta un elemento esencial: no hay mención de la
necesidad del arrepentimiento ni evidencia clara de arrepentimiento para que la
derrota sea cambiada a victoria. No creo que Hai sea el ejemplo adecuado para entender Jueces 20 – 21.
Debido a los números altos de muertos en los dos lados de la batalla, Jueces 20 – 21 me parece más como las plagas en el desierto cuando los israelitas ofendieron la santidad de Jehová como en Números 11 en Tabera (Incendio) y Kibrot-hataava (Tumbas de la codicia), en Números 16 en la rebelión de Coré y la rebelión general después y en Números 25 en la idolatría de Baal-peor. En estos eventos, todo Israel experimentó que la santidad de Jehová es devastadora y tiene la potencial de consumir a toda la nación. Ahora en Jueces 20 – 21, Benjamín ha puesto no sólo a sí mismos sino a todo Israel a riesgo de ser consumido por la santidad de Jehová, y en vez de una plaga, ahora los ejércitos de Israel son el instrumento de castigo – entre sí mismos.
Si es así, la última frase del libro de Jueces (y de la sexta unidad de la Biblia) es una crítica no sólo de las tentativas cuestionables por la redificación de Benjamín sino sobre todo, por la inmoralidad sin freno que cometieron los hombres de Gabaa con el apoyo de la tribu de Benjamín y la fundación de la ciudad de Dan como un centro del sincretismo israelita y cananeo. En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía (Jueces 21:25). Si no se levanta un rey que gobierne en justicia de acuerdo con el santo y justo dominio de Jehová, todo Israel está a riesgo de ser consumido.