Estos capítulos son importantes también porque les hace recordar a los israelitas las fiestas descritas en Levítico 23 y 25, muchas de las cuales nunca han celebrado porque dependen de su morada en la tierra prometida. Al volver a presentárselas ahora, Jehová le confirma a la nueva generación que pronto se cumplirá su promesa sobre la tierra prometida.
Números 28:3-8 confirma la ofrenda diaria explicada en Éxodo 29:38-42. Esa lectura la impuso entre los mandamientos para consagrar a los sacerdotes. Para repasar, acuérdese de todas las responsabilidades diarias de los sacerdotes: poner leña al fuego en el altar de bronce (Levítico 6:12-13), presentar la ofrenda diaria y quitar las cenizas de los holocaustos (Éxodo 29:38-42; Levítico 6:9-11; Números 28:3-8), presentar la ofrenda de flor de harina de su consagración (Levítico 6:20-23), quemar el incienso en el altar de oro (Éxodo 30:7-8) y tender las lámparas del candelero (Éxodo 27:20-21; 30:7-8). Note que esta ofrenda y todas las responsabilidades sacerdotales son continuas; no son remplazadas por las ofrendas en los días especiales.
Números 28:9-10 describe la ofrenda adicional a la diaria que se presentará cada día de reposo. Celebraban el día de reposo con reposo del trabajo y santa convocación mientras estaban en el desierto (Éxodo 20:8-11; Levítico 23:2-3; Números 15:32-36); ahora por primera vez manda Jehová una ofrenda especial para ese día.
Números 28:11-15 manda la ofrenda por el comienzo del mes, también por primera vez en toda la ley mosaica. Vemos la importancia de esta celebración por el número de sacrificios. Note que la flor de harina, el aceite y el vino ofrecidos con cada animal concuerda con lo que hemos leído antes sobre todos los sacrificios (Éxodo 29:38-40; Números 15:3-12).
Números 28:16-25 describe la ofrenda por la Pascua y la fiesta de los panes sin levadura. Note que la ofrenda es igual que la del comienzo del mes, pero la presentan en cada uno de los siete días de la fiesta de los panes sin levadura (Levítico 23:8; Números 28:24). Aunque no se menciona aquí, acuérdese que el día después del día de reposo después de la Pascua, los israelitas presentarán la primera gavilla de la siega de cebada, la fiesta de los primeros frutos. Junto con la gavilla ofrecerán un cordero de un año, sin defecto, en holocausto a Jehová. No comerán de la nueva cosecha hasta cumplir la ofrenda (Levítico 23:10-14).
Números 28:26-31 manda los sacrificios por la fiesta de las semanas (o en el griego, Pentecostés) que celebra la siega del trigo. Note otra vez que la ofrenda es igual que la del comienzo del mes. Note también que hay unas diferencias con las ofrendas mencionadas en Levítico 23:15-21: Levítico 23:17-18 menciona dos panes cocidas con levadura como primicias a Jehová, y luego un becerro y dos carneros entre los animales de sacrificio; Números 28:27 dice dos becerros y un carnero y no menciona los panes. Según Jacob Milgrom, Numbers (Jewish Publication Society, 1990, pág. 244), los rabinos entendieron que los dos pasajes referían a dos unidades diferentes de sacrificios por el mismo día. Así que la serie de sacrificios de Números 28:26-31 santificarían el día y la de Levítico 23:15-21 le agradecería a Jehová por la cosecha.
Números 29:1-6 da más detalles sobre el día de las trompetas, sólo descrito brevemente en Levítico 23:23-25. Note que los sacrificios de ese día se añaden a los sacrificios normales para el principio del mes indicados en Números 28:11-15. Es decir, el primer día del séptimo mes se presentarán los sacrificios diarios, los del principio del mes y los del día de las trompetas. Y si cae además en el día de reposo, sería un total de tres becerros, dos carneros, dieciocho corderos, juntos con las ofrendas de flor de harina amasada con aceite y las libaciones, y dos machos cabríos por expiación.
Números 29:7-11 describe los sacrificios adicionales por el Día de la expiación. Leímos sobre los sacrificios principales de ese día en Levítico 16 y Levítico 23:26-32. De nuevo, vemos que estos sacrificios adicionales no remplazan la ofrenda diaria ni los sacrificios para expiación ese día.
Números 29:12-40 manda los sacrificios por la fiesta de los tabernáculos de que leímos en Levítico 23:33-43. Son llamativos los cambios en el número de sacrificios cada día, pero note que para los siete días principales de la celebración, todos suman a números divisibles por siete: 70 becerros, 14 carneros y 98 corderos en total.
Note también que además de la ofrenda diaria, Números 28 – 29 describe siete celebraciones especiales de los israelitas. Si calculamos la santidad de acuerdo con el número de sacrificios y las fiestas, la séptima mes es el más santo de todos. ¡Con razón se ve el número siete como símbolo de lo santo y completo delante de Jehová!
Note también que los sacrificios de los días festivos no cubren todos los sacrificios del tabernáculo: Estas cosas ofreceréis a Jehová en vuestras fiestas solemnes, además de vuestros votos, y de vuestras ofrendas voluntarias, para vuestros holocaustos, y para vuestras ofrendas, y para vuestras libaciones, y para vuestras ofrendas de paz (Números 29:39).
Y la mención de los votos personales que se cumplen en el tabernáculo en Números 29:39 nos lleva a las leyes adicionales sobre los votos en Números 30. Note que guardan la integridad de un voto hecho por una mujer bajo autoridad sin demostrar ninguna falta de respeto a esa autoridad.
Así tenemos la preparación para los israelitas para continuar su relación con Jehová por medio del tabernáculo. Es un paso más para decirnos que pronto se cumplirá su entrada a la tierra de la promesa.