Desde el primer versículo, hemos visto la justicia de Jehová manifestada en su creación de los cielos y la tierra, en su imposición de límites en las fuerzas destructoras de la naturaleza, en la delegación de su autoridad en la tierra a los seres humanos y en su juicio por el diluvio. La hemos visto en su castigo de los pecadores… y en su misericordia en aceptar un sustituto por sus vidas, aún en la provisión de ese sustituto. La hemos visto en su pacto con Abraham y sus descendientes, manejado por gracia y con el deseo de bendecir a todas las naciones. Por el ejemplo de José y sus hermanos, hemos visto su examinación de los corazones de los hombres para revelar lo escondido. Y hoy vemos otra característica de nuestra lista en crecimiento de la justicia de Jehová: tiene poder para imponerla a pesar de la resistencia de sus enemigos.
Uno puede tener lindas ideas sobre la justicia, pero si no tiene poder para imponerlas, su justicia es débil e ineficaz, puras imaginaciones. Jehová, en cambio, no sólo proclama la justicia sino que la impone también. Y la lectura para hoy da uno de los ejemplos inolvidables en la Biblia de cómo impone su justicia a pesar de la oposición.
Acuérdese que ayer dijimos que ha surgido un conflicto entre el poder de la palabra de Jehová y el poder de la de Faraón. La palabra de Faraón tiene poder para hacer gemir a los israelitas; sus hechiceros también saben convertir sus varas en serpientes, y pueden reproducir algunos de los milagros que hacen Moisés y Aarón. Pero el poder de la palabra de Jehová la supera: se extiende a las aguas, la tierra y los cielos (las tres partes de la creación en Génesis 1). Toca el cuerpo humano formado a su imagen, aún los cuerpos de sus enemigos mismos (Éxodo 9:11). Se manifiesta de acuerdo con la distinción declarada en el pacto (Éxodo 8:22-23; 9:4-7, 26; 10:23). Es completo y perfecto (Éxodo 8:31; 9:7; 10:15). Jehová 9, Faraón 0.
Y la justicia de Jehová no hace tregua con el enemigo; no da lugar a una justicia en competencia. Faraón insiste en poner condiciones en la salida de los israelitas; Jehová no acepta ninguna. Insiste en que su redención de su pueblo sea perfecta y completa.
Mientras lee sobre las plagas, maravíllese sobre el Dios justo cuya justicia se impone a pesar de la resistencia de sus enemigos.