Leemos ahora las profecías de Jehová para juicio, arrepentimiento y consuelo a esa generación que sufrió la destrucción de Jerusalén y el exilio a Babilonia en 586 a.C. Los profetas Jeremías, Ezequiel y Daniel fueron portavoces de Jehová de los ejércitos a su pueblo antes, en medio y después de esta tribulación. Según el calendario, leemos sus cuatro libros (Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel y Daniel) en poco más de cinco semanas. Mientras lo lee, guarda en mente las observaciones siguientes:
1) Los eventos principales de la unidad: Leímos sobre la pérdida de la independencia de Judá, la destrucción de Jerusalén y el exilio a Babilonia en 2 Reyes 23:28 – 25:30 y 2 Crónicas 35:20 – 36:21. El libro de Daniel también toca el tiempo del regreso a Jerusalén descrito en 2 Crónicas 36:22-23 y Esdras 1 – 2. Volveremos a ver los detalles de esta época histórica cuando llegamos a las explicaciones de las lecturas individuales.
2) Los atributos de Jehová que resaltan: Su justicia, su ira que inspira temor, su paciencia y su fidelidad al remanente
3) La obra principal de Jehová: Juzga a su pueblo rebelde y a todas las naciones; en medio de la tribulación de su juicio, preserva a un remanente.
4) Los participantes principales: Los profetas Jeremías, Ezequiel y Daniel y los reyes y gobernantes principales como Joacim y Sedequías (reyes de Judá), Nabucodonosor y Belsasar (de los caldeos) y Darío (de los persas).
5) La referencia principal a Jesucristo y el evangelio: Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido (Daniel 7:13-14).
6) Observaciones clave: Si entendemos los temas principales del libro de Isaías, no debemos tener dificultades en entender los temas principales de Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel y Daniel. La interpretación de profecías individuales puede ser muy difícil a veces, aun para despertar discusiones entre creyentes fieles, pero todos podemos estar de acuerdo sobre la interpretación de temas generales como el juicio de Jehová a su pueblo rebelde, el llamado al arrepentimiento, y la redención y la preservación del remanente. Los veremos en más detalle y según su trasfondo histórico cuando entramos las explicaciones de las lecturas individuales.
Una diferencia notable con Isaías es el tono de Jeremías, Lamentaciones y
Ezequiel. Isaías clama adolorido por su pueblo, pero en los otros leemos una angustia y profunda sensibilidad al dolor del juicio parecidas a los sufrimientos de Job. Esta angustia, junta con el desorden cronológico de Jeremías, las profecías y las tareas hasta repulsivas de Ezequiel y los símbolos proféticos complejos y difíciles de discernir de Daniel, hace que esta unidad sea una de las más difíciles de leer en toda la Biblia. Pero si perseveramos en su lectura y estudio, apreciaremos y adoraremos con temblor al Dios Todopoderoso que no tolera de ninguna manera el pecado, que exige el arrepentimiento con urgencia, que juzga decisivamente la iniquidad y que celosamente preserva, redime y restaura a su remanente.